UNA PALABRA TUYA

 de Elvira Lindo

 

     Por Natividad Peña García

Ficha de lectura

INTRODUCCIÓN

 

 

Una Palabra Tuya es una novela “oscura, estructurada al modo de monólogo. En ella no sabemos si estamos leyendo la historia o si simplemente estamos incluidos en la misma, debido a la realidad cruda que nos muestra.

 

Nos encontramos ante soledades compartidas, ante la desesperanza del día a día, ante la reclamación de una cierta justicia, ante la esperanza al final del camino y todas estas cosas son en definitiva las que dan forma y sentido a la novela.

 

 

ARGUMENTO

 

Fundamentalmente es la historia o el día a día de dos mujeres solitarias por diversos motivos pero donde la desestructuración del entorno familiar jugará un papel fundamental en el estado psíquico de ambas y en sus manifestaciones y forma de encarar la vida.

 

Con una observación rigurosa de los personajes la autora de la novela nos enfrenta con lo terrible de la vida, con el lado más triste de lo cotidiano.

 

También hallamos una reflexión sobre la amistad entre dos mujeres que aunque de formación cultural muy distinta, tienen puntos en común como es una infancia traumática. Son dos caras de la misma moneda; el optimismo de Milagros frente al pesimismo de , pero ambas son mujeres que están  solas. Es la soledad quizá lo que mejor resume el argumento de esta novela.

 

El amor, la piedad y el perdón también están presentes. Por lo tanto, se observa ahí una clara referencia al tema religioso.

 

En las últimas páginas la obra da un vuelco y tiene un fin inesperado que nos dará las claves para conocer esos mundos interiores femeninos tan peculiares y moldeados por las circunstancias que los han rodeado. 

 

 

 

PENSAMIENTO POSMODERNISTA EN LA NOVELA

 

 

Para llegar a la conclusión de que hay tintes posmodernistas evidentes, en la novela, parto del hecho de que el pensamiento posmodernista esta  hecho del desencanto, algo que se palpa a lo largo de toda la novela en el personaje de Rosario.

 

Los posmodernos no tienen esperanza de cambiar el mundo, les embarga la nostalgia, nuevamente estamos hablando de Rosario.

 

Los grandes ideales han muerto, ahora lo que cuenta es lo personal, las pequeñas historias y esta novela esta hecha de pequeñas historias.

 

Lo importante para el individuo posmoderno es ser feliz y a mi entender Rosario ansía conseguir esa “felicidad” durante toda la obra.

 

En el pensamiento posmoderno no manda la razón, manda el sentimiento, las decisiones que toman ambas protagonistas de la novela están llevadas por el corazón.

 

El posmoderno busca ser independiente sentimentalmente, se busca el placer breve y fugaz. Las relaciones no son duraderas. Rosario buscará esa independencia hasta casi el final de la obra. No se sentirá ligada sentimentalmente a Morsa hasta que se da cuenta de que de todo aquel cúmulo de acontecimientos tiene que dar algún fruto y este será un hijo con Morsa.

 

En el pensamiento posmoderno hay una vuelta a lo religioso, pero se trata de una religión “cómoda”. A lo largo del libro vemos referencias religiosas (sacerdote, salmos, rezos, pero que no encorsetan.

 

En la novela no hay una esperanza a un mundo mejor, solo una resignación al igual que en los individuos posmodernistas.

 

La vida en el mundo posmoderno es una vida de inestabilidad, como son todas las vidas de todos los personajes que hay en la novela.

 

Es el momento del yo del intimismo (Rosario y su monologo interior).

 

El mundo posmoderno se caracteriza por estar fragmentado, en la novela se nos habla del mismo mundo.

Quizá una de las frases que mejor definan los tintes posmodernistas de la novela es aquella que dice: “la desgracia ajena es eso, ajena”. Esta es la conclusión a la que llega Rosario, ante tanto sufrimiento ajeno, cuando recuerda los gin-tonic que tomaba con Milagros en el tanatorio.

 

También como estructura la novela se puede decir que es posmodernista ya no interesan las grandes historias, lo que interesa es lo microscópico, las historias pequeñas y cercanas, la gran historia se disuelve en muchas historias diminutas.

 

La novela posmoderna se caracteriza por la profundidad psicológica y Una Palabra Tuya si se caracteriza por algo es por el retrato psicológico que nos hace de los dos personajes femeninos.

 

También se caracteriza la novela posmoderna en la inexistente relación entre narración y tiempo. En la novela de Elvira Lindo hay constantes saltos en el tiempo.

 

 

CONCLUSIONES

 

En un principio la novela me resultó desgarradora y dura.

 

Los personajes son personas corrientes a las cuales conocemos, por lo tanto el lector se ve inmerso en la historia que cuentan.

 

Por otro lado el lenguaje que se emplea es un lenguaje cotidiano y coloquial que aún nos hace sentirnos más ligados a los personajes, más cercanos a ellos, en definitiva ser un personaje más.

 

La novela es como un cuadro del interior femenino, un retrato de los personajes corrientes, cualquiera podemos ser uno de ellos.

 

Rosario es la voz de una mujer dolida que cuenta su historia. Es una mujer inteligente que se siente “incomoda” con  la vida que le ha tocado vivir.

Milagros es esa niña que se realizará como mujer cuando puede ser madre.

Ambas están marcadas por su infancia, la de Milagros más cruel y más desesperanzadora que acabará en la nada, mientras que Rosario aún puede “redimirse”, aún tiene esperanza.

 

Con una plasmación de la realidad bastante objetiva a lo largo de la lectura se nos va a hablar de varias cosas: soledad personal e individual, desarraigo familiar, abandono, niñez traumática (colegio, suicidios, separaciones…), enfermedad senil, entorno laboral de los barrenderos, sexismo, muerte, deseo de  maternidad, vuelta a los orígenes y valoración del presente y resignación con una tenue pincelada a la esperanza. Y todo ello con un matiz religioso que bien nos indica ya el titulo del libro “Una palabra tuya”.

 

El titulo de la obra: “Una palabra tuya” suena a redentor y es quizá lo que falta al final para salvarnos de esa tragedia que es la muerte de Milagros.

 

 

© Natividad Peña García

 
   © Asociación Canal Literatura 2010