Andrés Neuman

 

"Todo puede ser un argumento. No hay buenas historias, sino buenos observadores. "

 

Andrés Neuman

 

Andrés Neuman contestó inmediatamente a nuestra llamada con una amabilidad cautivadora. Acababa de ganar el Premio Alfaguara de Novela 2009 y, aún envuelto en una vorágine de entrevistas y viajes, aceptó la invitación de conversar en directo en Internet.

Tiene 32 años bien asentados, sabe lo que quiere, lo que cuesta y está dispuesto a seguir componiendo recitales de textos, en prosa o en poesía, pensando de nuevo cada palabra, redescubriendo el mundo en cada  intento.

 

 

Curriculum

Andrés Neuman nació en 1977 en Buenos Aires, ciudad donde pasó su infancia. Hijo de una familia de músicos emigrantes, terminó de criarse en Granada, en cuya universidad fue profesor de literatura hispanoamericana. Actualmente es columnista en el suplemento cultural del diario Abc, en la Revista Ñ del diario Clarín, en el diario Ideal de Granada y en Sur de Málaga. A iniciativa del Hay Festival, mediante la votación Bogotá-39, fue elegido como uno de los mejores nuevos autores nacidos en Latinoamérica.

   A los 22 años publicó su primera novela, 'Bariloche' (Anagrama, 1999, reeditada en bolsillo en 2008), que fue Finalista del Premio Herralde y elegida entre las diez mejores del año por El Cultural del diario El Mundo. Sus siguientes novelas fueron 'La vida en las ventanas' (Espasa-Calpe, 2002, Finalista del Premio Primavera) y 'Una vez Argentina' (Anagrama, 2003). Su cuarta novela, 'El viajero del siglo' (Alfaguara, 2009), ha obtenido el XII Premio Alfaguara y ha sido editada simultáneamente en todos los países de lengua española.

   Es autor de los libros de cuentos 'El que espera' (Anagrama, 2000), 'El último minuto' (Espasa-Calpe, 2001, reeditado por Páginas de Espuma, 2007) y 'Alumbramiento' (Páginas de Espuma, 2006). Ha desarrollado una intensa labor de estudio y divulgación del relato breve. Sus libros de cuentos incluyen apéndices teóricos sobre el género, y fue el coordinador de 'Pequeñas Resistencias', antología en cuatro volúmenes del cuento actual escrito en español en todo el mundo (Páginas de Espuma, 2002-2005). También cabe destacar su prólogo a los 'Cuentos de amor de locura y de muerte', de Horacio Quiroga (Menoscuarto, 2004).

   Como poeta ha publicado los poemarios 'Métodos de la noche' (Hiperión, 1998, Premio Antonio Carvajal), 'El jugador de billar' (Pre-Textos, 2000), 'El tobogán' (Hiperión, 2002, Premio Hiperión), 'La canción del antílope' (Pre-Textos, 2003) y 'Mística abajo' (Acantilado, 2008), así como la colección de haikus 'Gotas negras' (Plurabelle, 2003, reeditado por Berenice, 2007) y los 'Sonetos del extraño' (Cuadernos del Vigía, 2007). Los poemarios anteriores, revisados y con dos libros inéditos, han sido reunidos en el volumen 'Década. Poesía 1997-2007' (Acantilado, 2008).
Mas información en la página del autor: https://www.andresneuman.com/

 

Entrevista

Pregunta obligada. Podría decirnos, según usted, ¿qué significa el término literatura?

Me gustaría pensar que, más que un término, la literatura es una forma de mirar. De pensar las palabras. De vivir sabiendo que la ficción es parte de nuestra realidad.

 

¿Qué relación tiene con Internet?

Una relación natural. Me parece una herramienta muy útil. No comprendo la obsesión apocalíptica que hay veces en torno al tema, como si uno tuviera que elegir entre Internet y su cuerpo, o entre el libro impreso y el electrónico (que por cierto todavía usa muy poca gente). Desde luego, Internet ya es parte de nuestra cultura y un vehículo de cultura, incluida la clásica.

 

¿Qué opina de la literatura  en la Red y de esta como soporte literario?

Pienso que en Internet uno puede encontrar ambos extremos, el positivo y el negativo, de aquello que no tiene un filtro a priori: grandes descubrimientos de nuevos talentos, opiniones valientes que en otros foros nadie se atrevería a publicar, análisis minuciosos que no cabrían en ningún medio impreso por falta de espacio; y al mismo tiempo muchas tonterías, materiales sin ningún interés, insultos gratuitos, plagios, errores, vanidades. En nosotros está la responsabilidad de fomentar lo primero y rechazar lo segundo. Desde luego, haciendo balance, para mí la literatura se ha enriquecido gracias a la Red.

 

Se habla mucho del futuro del  libro digital como una alternativa al formato convencional. ¿Qué opina al respecto?

Creo que lo digital y lo impreso no solamente pueden convivir a la perfección. Sino que, en un futuro próximo, quizás el sistema de descargas (¡legales!) ayude a que los libros permanezcan más tiempo en las librerías, ocupen menos espacio, abaraten costes y puedan imprimirse cuando el lector lo pida.  Esto último acabaría con los libros descatalogados. Así que lo digital y lo impreso no tienen por qué oponerse.

 

Nuestra comunidad está básicamente por escritores noveles, algunos de ellos muy jóvenes, que aspiran a encontrar la forma de publicar y llegar al gran público. Trabajo, suerte, el impulso de los premios… ¿puede señalarnos lo que usted considera que ha sido más decisivo en su carrera literaria? 

La vocación es quizá lo primero. O sea, que la voluntad de partirse la espalda en el asiento y quemarse las pestañas corrigiendo nos resulte placentera por sí misma. Luego está la valentía para aceptar las críticas: enseñarles lo escrito a los amigos, a los compañeros, ser capaz de escuchar sus críticas y aceptar que una vez divulgado el texto puede gustar o no. Luego está la convicción, la insistencia de mandar el libro a editoriales, a premios, a lugares que sea necesario hasta que alguna puerta se abra. Y luego está saber esperar, recibir negativas. Eso sí: no me parece justo pedirle paternal, casi sádicamente a un autor joven que sea demasiado paciente. La ansiedad es algo lógico en un autor principiante, y no hay por qué avergonzarse de ello ni propinarle sermones.

 

Sabemos  que es un defensor del cuento, género que nosotros tratamos de cultivar desde nuestras páginas porque es el que mejor se adapta a la lectura por Internet. ¿Qué le falta a este género para asentarse en las librerías?

Harían falta más editoriales que apuesten por él, distribuidores un poco más comprometidos a medio plazo con la literatura distinta, y también más libreros a la vieja usanza, o sea de los que leen y distinguen entre los libros que venden. Pero creo que la situación del cuento, entre la proliferación de las nuevas editoriales independientes y el fenómeno de la Red, ha mejorado últimamente.

 

Como  escritor de relato corto en incluso de microtextos, ¿qué considera como ingrediente básico para trasmitir con pocas palabras?

El misterio. No me refiero a la sorpresa ni al suspense. Sino al don de sugerir, de generar sentidos con sencillez y eficacia.

 

¿Qué aporta al individuo el dominio del lenguaje y la dialéctica?

Me gustaría pensar que el lenguaje más que dominarse, se va desaprendiendo. Fijarse en cada palabra, ser consciente de su extrañeza. ¿Qué nos aporta eso? Nada menos que la posibilidad de pensar de nuevo, a diario, la realidad.

 

¿Qué le impulsa a escribir? ¿Qué le impulsa a leer?

La curiosidad. Que es un don celestial y también satánico.

 

¿Transmitir emociones al lector es el gran reto?

O el gran sentido. La emoción como puente hacia las ideas. Y las ideas como razón de la emoción.

 

¿Qué espera de un buen poema?

Que me deje temblando agradecido.

 

¿Cuáles son sus escritores preferidos o más importantes para usted?

Muchísimos, mezclados y en permanente desorden: Kafka, Borges, Cortázar, Vallejo, Rilke, Cheever, Tolstói, O’Connor, Capote, Bolaño, McEwan, Juarroz, Pessoa, Oé, Montejo, Margarit, Onetti…

 

¿Un mensaje para todos aquellos que se inician en el arte de contar historias…?

Todo puede ser un argumento. No hay buenas historias, sino buenos observadores.

 

© Asociación Canal Literatura 2009