Ana Ballester y su crónica al primer premio de poesía a Juan Ballester Palazón

Por en Oct 21, 2014 en Destacado, Ganadores | 0 comentarios

Juan Ballester Palazón

Primer PremioJuan Ballester Palazón

N.º11- Un correo en la bandeja de entrada. Por Sylvia Borin

Ana Ballester recogiendo el Primer premio en nombre de su hermano Juan.

Ana Ballester recogiendo el primer premio en nombre de su hermano Juan.

El sábado 4 de octubre tenía una cita en Murcia para asistir a la entrega de premios de Canal Literatura. Mi querido hermano, Juan Francisco Ballester Palazón, fallecido hacía tres meses, había quedado entre los 10 finalistas del concurso «Poemas sin Rostro» en su VIII edición, de 2013. No podía faltar a la cita, pues, por una parte, allá donde se le recuerde, intentaré acudir, y, por otra, ésta era la última ocasión de asistir a un certamen al que se hubiera presentado a concurso.

El poema que presentó era un soneto. No era de extrañar, pues Juan era un amante de la literatura clásica, de la poesía, y especialmente de los sonetos. Los escribía con una facilidad y habilidad asombrosas, combinando ingenio, ironía y sentido del humor. El tema de su soneto, «Un correo en la bandeja de entrada», era muy de actualidad; el pseudónimo con el que se presentaba, el nombre de un pequeño pajarillo perteneciente al género Sylvia, la curruca mosquitera. Me hizo gracia, porque Juan compartía conmigo la afición por las aves, y, con su gusto por hacer juegos de palabras, quiso hacer una broma escondido aparentemente tras un nombre de mujer… Todo ello me pareció muy en consonancia con la personalidad de Juan, pues, como él se describiera en su poema «Gustos extraños», amaba lo clásico, las bromas (como su admirado Jardiel), las aves…

Pues Juan ganó el primer premio.

Como él habría dicho, con su buen sentido del humor: «Para una vez que no vengo…».

¿Qué sentí? Pues, en primer lugar, gran emoción, porque había conseguido el mayor reconocimiento del concurso al que se había presentado. Le habría encantado recibirlo.

Y también pena de que no estuviera allí para verlo y recogerlo.

Pocos días antes de morir, me dijo, con una sonrisa: «Lo malo de morirse es que uno se pierde lo que viene después: los amigos y conocidos reunidos hablando bien de uno…».

El vídeo que proyectasteis con imágenes de momentos entrañables de su vida, vividos con muchos de vosotros, me conmovió, porque me recordó esas palabras suyas, y porque estaba hecho con mucho cariño y acierto: la entrega de otros premios que ganó en anteriores certámenes de Canal Literatura, el nombramiento en ese mismo lugar del título de «Caballero Poeta»…

Juan, como diría Machado, era «en el buen sentido de la palabra, bueno». Y humilde de corazón. No le gustaba alardear, ni jamás le oí hacerlo. Seguro que habría dicho que sus compañeros finalistas se lo merecían más que él, porque era modesto.

Después, al hablar con muchos de vosotros, finalistas y asistentes a la entrega de premios, sentí (al igual que me ocurrió hace poco en otro lugar donde se le recordó) que Juan había sabido meterse en los corazones de todos los que le conocieron, y que ha dejado un cachito suyo en cada uno, de forma que ahora está por todas partes…

Juan, por su afición a escribir, nos ha dejado una gran cantidad de poemas, cuentos, greguerías -e incluso una obra de teatro- para leer, que son parte de su pensamiento, y, cada vez que los leamos, será como si todavía estuviera vivo entre nosotros.

Mi familia y yo queremos agradecer a los organizadores del certamen, a sus amigos y  conocidos, el homenaje que le habéis hecho, y a los lectores y a los miembros del jurado que le habéis votado que hayáis hecho posible que Juan tenga su «Primer Premio de poesía Poemas sin Rostro». Sé que habría sido un orgullo para él.

 

Muchas gracias de todo corazón.

 

Ana M.ª Ballester Palazón

 

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