Nº8-A merced del viento Por Manriqueña
A merced del viento,
a veces hoja seca que arrastra por el suelo,
entre el torbellino,
dando vueltas y vueltas como giro de tiempo,
en círculo atado,
por siempre llegando a ese tan lejano momento
en que yo te vi
y que vuelve de nuevo entre tantos recuerdos.
A merced del viento,
a veces ceniza alzada llegando suave al cielo,
entre copas de árboles,
meciendo el sentimiento, viendo el mundo de lejos,
ausente de todo,
en la irrealidad y el límite del sueño,
entre el horizonte
de perdidas imágenes, y del olvido eterno.
A merced del viento,
voy a donde él me lleve, ¿qué importa suelo o cielo?,
¿qué importa ya nada
si él todo lo arrasó, y yo ya nada tengo?
Y en la noche y el día,
girando en su locura, dejar el pensamiento,
y de mí perderme
sin dolor y sin miedos, siempre… a merced del viento.
10 Comentarios
Ese verso repetido como estribillo, «a merced del viento», es el mejor acompañamiento a ese vagar en que a veces nos convertimos, hoja y ceniza sin voluntad, «sin dolor y sin miedos». Creo que has conseguido transmitir una sensación que alguna vez (o muchas veces) hemos experimentado.
Me ha gustado mucho. Enhorabuena y suerte.
8 noviembre, 2013
Muchas gracias por tus palabras, por tu comentario, Ofelia. Un abrazo.
9 noviembre, 2013
Si, el estribillo a mi me trasmite esa aceptación de los acontecimientos que narras,esos recuerdos que vuelven que se reviven pero en los que uno se deja balancear a veces arrastradose otras veces meciendo el sentimiento.
Que bonito poema.
Suerte poeta.
10 noviembre, 2013
Muchas gracias, Eleonora, ¡un abrazo!
10 noviembre, 2013
Que bello poema, ese dejarse llevar sin miedo.Pero es tan difícil…
Me ha gustado mucho Manriqueña, unas imágenes preciosas.
Suerte
15 noviembre, 2013
Muchas gracias de corazón, Inana, ¡un abrazo!
17 noviembre, 2013
Transmite esa desesperanza que viene de manos del abandono, ese dejarse llevar cuando no tenemos voluntad para ir nosotros mismos. Suerte y un abrazo!
26 noviembre, 2013
La alternancia de versos cortos y largos, junto con esa rima imperceptible asonante y ese verso repetido que actúa como leitmotiv, son elementos suficientes para que la arquitectura de tu poema esté cimentada sobre bases sólidas y bien elaboradas. Si a ello añadimos la belleza intrínseca de sus versos, el resultado no puede ser otro que un éxito seguro. Otra cosa es que tengas suerte en el concurso, que siempre es algo necesario en todas las facetas de la vida.
Te deseo lo mejor porque tu poema lo vale.
27 noviembre, 2013
Un poema muy cálido y muy sentido. Me gusta mucho. Mucha suerte.
28 noviembre, 2013
Voy a pasar de largo despacito, que las hojas secas movidas por el viento del olvido del sentimiento del recuerdo del desamor no me descubran. ¡Ay, qué triste vida!
1 diciembre, 2013