39-Esperando la mañana. Por Amelia

Esperando la mañana

 

                                       Todo el mundo se ha ido, no a dormir,
sino a esperar a que venga alguien.

                                                                           A.A.

 

Vamos a la cama creyendo que todo está bien,

hacemos nuestra plegaria a dios

con humildad pedimos por los nuestros:

“Dales salud, dios mío, y una vida larga,

que no conozcan el hambre, la extrema soledad”.

Vamos a la cama y pensamos un poema,

lo repetimos muchas veces en silencio

sin sospechar que al día siguiente

no recordaremos nada,

que solo fue ilusión, una trampa bien dispuesta

para no creer que todo está perdido,

que estamos secos

cercenados y secos como el viejo tocón del patio.

Vamos a la cama y leemos algún pedazo de la Biblia,

tal vez primera de Corintios 13

para no olvidar qué es el amor,

el irreal e inalcanzable amor,

el que no has de sentir por nadie

y nadie sentirá por ti.

Y lo sabes, pero no te importa

y vuelves a leer.

 

Vamos a dormir con cierta paz,

hemos cumplido con los nuestros

procurado el pan, la manta para el frío.

Hemos llevado un poco de consuelo a alguien,

de esperanza.

Vamos a la cama, vencedores,

por un día más hemos logrado burlar la muerte

la soledad,

y una pastilla para dormir no hará la diferencia.

Has sido valiente, lo sabes,

has soportado el enjambre en las calles,

las construcciones desplomadas,

el polvo, la humedad.

Y tus pulmones no andan muy bien,

pero inhalas tu medicina

y los bronquios se limpian algo.

 

Luego viene el sueño

que nos adiestra para esperar la muerte,

el amanecer igual a otros,

el soplo de vida que te hace ajeno y semejante.

 

 

 

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Un comentario

  1. Sixto Rodríguez

    El texto en general poesee un sentir poético, aunque es una narración.

    En estos dos pasajes es donde he encontrado poesía:

    «Has soportado el enjambre en las calles,
    las construcciones desplomadas»

    «Luego viene el sueño
    que nos adiestra para esperar la muerte,
    el amanecer igual a otros,
    el soplo de vida que te hace ajeno y semejante».

    En ambos me ha gustado su profundidad.

    Saludos…

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