Vuelas al amanecer
para prender de fuego
aquella salada laguna,
allí liberas tu ayer.
Vuelas bajo la mañana
hacia el insólito norte
entre cerros inolvidables
y ásperos valles.
Vuelas cada día
para que retoñen
por cada costado
semillas de compasión;
mientras, al sur, se abren
tus claras flores eternas.
Texto y foto:
Manuel Brescané
Qué bonito Manuel Brescane. Empezar el día con las imágenes de tu poema no tiene precio.
Un abrazo.
Precioso poema, limpias y evocadoras imágenes. Me ha encantado.