Allá, donde el mar se esconde
y la tierra se separa,
como la noche y el día,
en el tiempo y la distancia,
Cádiz, se queda dormida,
adentrándose en el agua,
en la quietud del silencio,
del misterio y la nostalgia.
Allá, por el horizonte,
desde esas tierras lejanas,
donde el astro-rey se esconde
y acaricia con su calma,
dando consuelo y cobijo
o tal vez, la paz al alma,
una diosa de Fenicia,
llegó hasta ti, enamorada.
Vino para conocerte,
y entre las espumas y algas
que el mar genera en sus ondas,
junto a ese viento que brama,
navegó, sin miedo alguno,
dentro de un ánfora blanca.
Y al sentir Cádiz, su imagen,
desde su cuna de plata,
despertó, entre dos suspiros
profundos de agua salada.
¡Cuánta historia tienes, Cádiz!
Las olas que hacia tus playas
dejaran tanto recuerdo,
trajeran tanta esperanza,
también te dieron un nombre
que culminó tu semblanza.
¡Bella ciudad eres, Cádiz!
”La más antigua de España”
Autor: Juan A Galisteo (Galeote)
Del libro café Boulevard
Nominación en el Certamen (Revista Azahar)
Hola, Juan:
Conocí Cádiz hace tiempo, de hecho es una ciudad muy especial para mí, me sucedieron allí cosas maravillosas…
Y te puedo asegurar que tu poema me las ha vuelto a evocar; los versos son fieles a todo lo que yo recuerdo de esta ciudad de plata…Lo que más recuerdo: la confluencia de dos mares tan distintos como el atlántico: salvaje, verde y profundo; y el mediterráneo: azul, pacífico y melancólico…
Un fuerte abrazo.
Así es Cádiz, como tú lo has descrito. Me alegro que tengas buenos recuerdos. Muchas gracias Mar, por tu comentario. Quise despertar a esta ciudad milenaria con este romance mítico, entre dos suspiros profundos de agua salada que son sus dos mares. Gracias por tus palabras, un poeta siempre lo agradece.
Otro fuerte abrazo también para tí, Mar adentro. Juan A Galisteo(Galeote)