Maltrato animal y Galia. Por Yolanda Sáenz de Tejada

Hoy no voy a ser tierna.
Lo aviso.
Ni voy a tener paciencia ni misericordia.
Es más,hoy no soy capaz ni de perdonar.

Por esto voy directa a tu cerebro, a contarte una historia real que me ha abierto el corazón, dejándolo sin aliento.
No dejes de atender, por favor, porque esto es muy importante para todos los que lo leéis.

Voy a empezar este poema con un dato:
Si tu hijo o el hijo de la vecina, abusa de un animal, puede ser el síntoma de sufrir él mismo un abuso y puede, además, estar preparándose para maltratar a las personas.
¡Páralo ya!

A Jose,
que es un héroe sin capa.

 

Galia nació
dulce,
tanto que su
piel se llenó
de manchas
de chocolate
fundido.

Galia nació
con hambre,
lamiendo con
ansia
el aire y
la teta de
su madre.

De pura raza,
y compartiendo
el cordón umbilical
con ocho
cachorros,
Galia terminó
en un contenedor
de basura
con un ojo
arrancado
(que pena que
el que se lo hizo
no se cortara
después las venas…).

El motivo
ya no nos importa,
no le devolverá
a Galia
su ojo.

Una vecina
la recogió
y le cosió
la cuenca
con
(además de
hilo de olvido)
mucho amor.

Lo mejor de la
historia es
el final feliz
que hace que
algunas personas
cambien el mundo:
Galia ha sido
la hermosa declaración
de amor
que un chico al
que he conocido
le ha regalado
a su novia.

Y os juro,
por todo lo que
queráis,
que Galia ahora
sonríe.
Que yo la he
visto con los dos
ojos que no me
arrancaron al
nacer.


Yolanda Sáenz de Tejada
Colaboradora de esta Web en la sección
«Tacones de Azucar»

Blog de la autora

2 comentarios:

  1. Preciosa historia de Galia.
    Tristemente, real y cotidiana en este mundo absurdo y cruel en el que habitamos, donde festejamos de manera «nacional», los asesinatos de toros; donde, cruelmente, nos desentendemos de quien nos estorba…

    Todas las noches me voy a la cama con Marlene, mi gata a la que recogieron de la calle, a la espera de una muerte cierta, y que me regalaron en buena hora.
    Y con su manera de mirarme, me dice más que muchos de esos que se hacen llamar seres humanos y pueblan la misma tierra que yo.

    Mil besazos y saludos afectuosos
    ISIDRO

  2. gracias Isidro, lo que has escrito es precioso, precioso… gracias por compartir esta lucha tan fuerte.

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