Cuando llegue tu olvido. Por Marcelo Galliano

Cuando llegue tu olvido

 

Si por casualidad, como si nada
te olvidas algún día de que existo,
llevo un pañuelo en el bolsillo, listo,
por si llega a nublarse mi mirada.

Y entonces como cáustica humorada
seré un hombre que llora -¡habrase visto!-
por el agrio desaire que imprevisto
me da tu desmemoria descarada.

Tan injusta será la primavera
encendiendo en su beso, traicionera,
la rama gris para olvidarla luego;

cuando el asma impiadoso del otoño
se desvanezca en mí, pobre retoño,
y no me quede nada de tu fuego.

 

olvido

Marcelo Galliano

 

 

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