«Del sueño y sus pesadillas» o la soledad del hombre frente a su destino, de Johari Gautier Carmona. Por Julio Antón

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«El infortunio, el aislamiento, el abandono y la pobreza son campos de batalla que tienen sus héroes». Esta frase de Victor Hugo, colocada en la introducción de la novela Del sueño y sus pesadillas (Editorial Atmósfera Literaria, 2015), ilustra perfectamente lo que contiene.

Su autor, el periodista franco-español Johari Gautier Carmona, recrea los espacios de un mundo en las periferias: el África de hombres y mujeres que sueñan con emigrar a Europa, muchas veces sobre la base de un engaño, alimentados por el deseo de crecer.

El tema central de la novela es el viaje en patera. Travesía que emprenden senegaleses (y ahora muchos otros vecinos) para vivir en mejores condiciones pero que responde a diferentes impulsos y muchos matices. Y justamente, en esos detalles está el valor de una novela que nos permite conocer el otro lado de la moneda, o de la humanidad.

La historia de Del sueño y sus pesadillas arranca con las hazañas de dos jóvenes huérfanos que encuentran la forma de ganar su vida en un restaurante de Dakar. La buena comida, una jefa que sabe motivarlos y un salario apreciable son suficientes argumentos para mostrar lo que valen.

Estos jóvenes deciden entonces construirse un mejor porvenir. Se imponen sus temperamentos idealistas y sacrificados en su trabajo diario, hasta que, de repente, aparece lo que siempre estuvo ahí acechándoles: la posibilidad de emigrar. A partir de entonces, inicia una lucha visceral sobre qué camino deben seguir.

La novela es previsible en su discurso y en el camino que persigue, pero esto no es un contrapeso: todo lo opuesto. El interés de la novela radica en explicar por qué los inmigrantes optan por subirse a un cayuco, las múltiples cuestiones culturales que se plantean, y qué es lo que deben afrontar, sea en sus casas, en las calles o, luego, al subirse a la embarcación.

En materia literaria, Johari Gautier ha conseguido un relato límpido y claro que toca temas tan duros como el sufrimiento, la miseria humana (no tanto la material sino la miseria del engaño, la codicia, la falta de solidaridad). El relato oscila constantemente entre la luz y la oscuridad, la ternura y la crueldad, el humor y la tristeza.

Este tipo de literatura –que echamos en falta los que queremos aprender de cada página– nos vuelve a conectar con la realidad, con la dureza del destino de muchos seres humanos y nos permite afrontar algunas preguntas incómodas como: ¿Por qué no se habla más del dolor de esta gente que viene del otro lado del Mediterráneo?

 

Julio Antón Domínguez

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