Esperar toda una vida o plantar amapolas en tu vientre. Por Yolanda Sáenz de Tejada

Esperar toda una vida o plantar amapolas en tu vientre

 

Me dijo que no podía

vivir sin ella,

que cada día

se le secaban

las lágrimas

(pobre infeliz, eso no sucede).

 

Me insistió

que era la mujer

que más lo había

amado

y que era imposible

que no volviera.

Que aparecería

cualquier mañana,

con la cesta llena de palabras

y descalza,

con los pies sellados

a su casa.

Me preguntó

si conocía a alguien

que hubiera esperado

toda la vida.

 

Me dijo

que se moría

de pena…

 

Lo abracé.

Con las preguntas y

con la sangre,

con los ojos

de luna y

con mi verano

más azul;

lo abracé

con las respuestas y

con tus miles de mensajes

gritándome que volviera.

Y le susurré,

muda,

que sí,

que conocía a alguien.

 

A ti,

mi hombre,

que aún dices

que me esperas.

esperar toda una vida
Yolanda Saénz de Tejada

Tacones de Azucar

Yolanda Sáenz de Tejada

Colaboradora de esta web en la sección
«Tacones de Azúcar»
Blog de la autora

 


 

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