Marina. Por Mari Cruz Agüera

mar

 

No sé si alguna tarde habrá como ésta
en la que igual de sola, en mi buhardilla,
cercada por la misma paz de pájaros,
sentiré, mientras trazo mis destellos
sobre un papel vacante,
que tu mano, de un modo imperceptible,
apartará el cabello de mi oído
y me susurrarás, como otras veces,
que cambie una palabra.
Acaso yo te lleve la contraria
para afirmar mi fama de rebelde,
aunque acabe cediendo a tus designios
y otra vez el poema sea nuestro.

Sé que habrán muchas tardes de silencio
en los que otros asuntos dispuestos por la vida
ocuparan la luz de nuestras manos.
Poco me importará
si ahora -en el instante en que un velero
atraviesa despacio
la densa soledad del horizonte
con esa exactitud de los días azules-
yo logro retener sobre tus ojos
la memoria fugaz de la belleza.

 

Mari Cruz Agüera

Jurado del VII Certamen «Poemas sin Rostro»

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