Pájaro de luz
(Dedicado a un pájaro de sol, que yace vivo
y solo, en una jaula de un patio interior.)
¡Pobre pájaro de luz!
¿Quién quiso convertirte
en lo que no eres?
¿Quién pronunció
el maleficio y te
encerró para siempre
en esa jaula dorada,
apropiándose la llave?
Pobre penacho blanco
en el patio escondido,
lanzando tus cantos tristes
de ruiseñor sin alas,
de contrabajo sin cuerdas,
de sonidos sin ecos,
de tardes ocultas tras una ventana.
Pobre corazón palpitante,
al que prohibieron
desde el nacimiento
batir las alas.
Con la blancura nívea
de tus alas de nácar,
plumaje orgulloso
buscando un resquicio de sol…
Soñando, se te irá la vida,
soñando…
Soñando con una vida sin jaula,
extendiendo las alas,
y levantar la cabeza
recibiendo el viento en la cara.
Planeando libre…,
libre… Libre.
Margarita Wanceulen
Es otro de los defectos y fallos del ser humano, pensar que tenemos algún derecho de privar para nuestro deleite, de la vida y de la libertad de los animales que son propiedad de la naturaleza, cuando en realidad no disponemos, ni tan siquiera somos dueños de nuestra propia existencia.
Un poema que ayuda a la reflexión y un hermosísimo canto a la libertad.
Te envío un abrazo Margarita….Juan
Muchas gracias Juan por la lectura y el comentario. Por desgracia., es como dices. Un abrazo también para ti.
Que importante me parece esta reflexión en un gran poema. Amar a los animales empieza por respetar su condición sin limitar ni capar sus capacidades en nuestro beneficio. Y más problema es aún quien cree que esa misma actitud la puede tener con otras personas.
«Pobre corazón palpitante,
al que prohibieron
desde el nacimiento
batir las alas.»
Precioso
Abrazos
Apreciada Brujapiruja, muchas gracias por tu comentario, ya que procede de una persona como tú, que preserva este cálido rincón para todos nosotros y que ama profundamente la literatura. Un gran abrazo.