TREGUA
… y se hizo el silencio.
Una brisa ligera
barre el polvo en las calles.
El cielo tiñe azul.
Camina entre ruinas
y de pronto…
aquel temblor del alma,
y la arritmia en el pecho,
porque ella estaba allí,
aún estaba allí, y sonreía..
¡Era tan hermosa!
Como Diosa surgiendo del vientre de la Tierra.
Y extendió, al fin, los brazos.
Antes que todo vuelva:
la oscuridad y el miedo,
y la angustia.
y la muerte…
Ángel V. Díez
Cuanto verso trascendente y con tanta sensibilidad. Siempre me tocas el alma Ángel.
Besos