Yo tengo una palabra en la garganta
que me arde y me consume;
es un fuego, un golpe mortal
de intensa luz que me desarma.
Tiene una forma verdadera y
pies alados…
Camina entre las horas, las sílabas,
el abecedario y los puntos suspensivos.
Yo tengo una palabra en la garganta
viva, bella, imaginada,
que vuela entre el placer,
la realidad, el deseo y la esperanza.
Es el tesoro de este tiempo apasionado,
abro los ojos,
le pregunto su secreto
en esa pluma que no duerme
y que habla siempre con el mar.
Quiero saber si sus besos se sorprenden
en el paisaje infinito de la vida.
Yo tengo una palabra en la garganta.
Mónica López Bordón
Yo también tengo una palabra en la garganta: Precioso.