RAÍCES (Vuelve a casa por Navidad). Por Salomé Guadalupe Ingelmo

RAÍCES (Vuelve a casa por Navidad)

 

A Joan Baptista Humet y otros poetas que han sido

 

Sobre el escenario, un joven de unos treinta años, quizá un poco menos, con una vieja maleta en la mano. Va modestamente vestido, pero rebosa pulcritud y dignidad. Se diría muy cansado y abatido. Sin embargo, no definitivamente vencido. Cerca del muchacho se yergue un árbol de tronco grueso y firme: un árbol que ha de llevar siglos en ese lugar, en ese paisaje conocido.

 

JOVEN:

Jules Bastien Lepage, Mendigo ciego

Jules Bastien Lepage, Mendigo ciego

Mira hacia atrás, hacia la senda que quizá no haya de volver a pisar, con melancolía. Una lágrima recorre el rostro sereno. No hay más muestra de dolor que ésa, tan discreta: acepta valiente, que no resignado, su sino. Apoya la palma sobre el tronco centenario y lo contempla con admiración. También, con cierta envidia. Desearía la certidumbre en los pies que Dios le ha dado al árbol y que él no ha de tener. Cierra por un momento los ojos, con la mano aún sobre la corteza: como en un silencioso y reverente adiós. Le cuesta despedirse, pero finalmente se pone en marcha arrastrando los pies. Parte con su maleta, cabizbajo: expulsado de un Paraíso que ya no es su herencia. Por delante, sólo el destierro, la ausencia, la distancia del hogar… Flaquea y se debate. Hace ademán de avanzar, pero una fuerza superior parece clavarle al suelo. El gesto, por primera vez, se le descompone. Entonces, súbitamente, la expresión de su rostro muta: de torturada va pasando a distendida. Al principio, muy lentamente. Después, a mayor velocidad y más radicalmente. De tibia esperanza pasa a abierto alivio. Extrae de su maleta unas varillas y, con tela ligera pero resistente, monta una tienda de campaña pequeña y confortable, de un verde alegre y nuevo. Apenas un modesto refugio, pero totalmente suyo, creado con sus propias manos: algo a lo que poder llamar hogar. El personaje entra dentro; por un momento los espectadores le pierden de vista. Entonces, repentinamente, a través de aberturas hasta entonces bien disimuladas, de esa media esfera, de ese cascarón hendido, brotan dos piernas y dos brazos. El individuo, renacido, se pone de pie. Cual tortuga con su casa a cuestas, saca la cabeza, lentamente, sin prisa, a un mundo nuevo: a un sol artificial que ahora ilumina y calienta el escenario. El hombre-tortuga, más sabio que nunca, más sereno que jamás, sonríe. Y entonces, sí, parte definitivamente. No lo hace con amargura sino con sosiego, consciente de que llevará su hogar siempre consigo.

 

 

Raíces. Joaquim Vayreda, pesadumbre

Joaquim Vayreda, Pesadumbre

Salomé Guadalupe Ingelmo

Página web de la autora

Salomé Guadalupe Ingelmo

Salomé Guadalupe Ingelmo (Madrid, 1973). Formada en la Universidad Complutense de Madrid, Universidad Autónoma de Madrid, Università degli Studi di Pisa, Universita della Sapienza di Roma y Pontificio Istituto Biblico de Roma, se doctora en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Madrid. Miembro del Instituto para el Estudio del Oriente Próximo de la UAM, desde 2006 imparte cursos sobre lenguas y culturas mesopotámicas en dicha Universidad. Ha recibido premios literarios nacionales e internacionales. Sus textos de narrativa y dramaturgia han aparecido en numerosas antologías. En la última década ha sido jurado permanente del Concurso Literario Internacional “Ángel Ganivet” (Asociación de Países Amigos, Helsinki, Finlandia) y jurado del VIII Concurso Literario Bonaventuriano (Universidad San Buenaventura de Cali, Colombia). Publica asiduamente ensayos literarios, tanto académicos como de divulgación, en diversas revistas culturales y medios digitales nacionales e internacionales. De entre los últimos: “Literatura testimonial: justificación personal o voluntad de utilidad histórica. Dos testimonios de Sonderkommando en Auschwitz”, en Revista Destiempos (México) n. 42, Estudios y Ensayos, Diciembre 2014-Enero 2015, p. 50-86 (destiempos.com/n42/Ingelmo.pdf); “Casi once años sin Terenci Moix: la herida de la esfinge no cicatriza” , en Luz Cultura 24 de enero de 2014 (luzcultural.com/?p=306); “Dorian Gray ayer y hoy: Retrato del seductor sin edad”, en Revista Almiar - Margen Cero III Época Nº 74 / mayo-junio 2014, 14/05/2014 (margencero.com/almiar/dorian-gray-oscar-wilde)... Sus críticas de cine suelen aparecer en la revista digital Luz Cultural (luzcultural.com/?author=9) y en el diario Luz de Levante (luzdelevante.com). Prologó El Retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde (Editorial Nemira, 2009). Desde 2009 colabora ininterrumpidamente con la revista digital bimestral miNatura: Revista de lo breve y lo fantástico (servercronos.net/bloglgc/index.php/minatura), en la que han visto la luz sus microtextos de género fantástico, de ciencia ficción y terror. Ha sido incluida en Tiempos Oscuros: Una Visión del Fantástico Internacional n. 3 (especial monográfico sobre el estado actual del género en España; (servercronos.net/bloglgc/index.php/tiempososcuros/2014/07/04/revista-digital-tiempos-oscuros-no-3) y en varias antologías de la editorial Saco de Huesos. Un compendio de sus obras narrativas pertenecientes a los géneros de terror y ciencia ficción puede consultarse en la Biblioteca Tercera Fundación (tercerafundacion.net). Más información sobre el resto de su producción literaria en sites.google.com/site/salomeguadalupeingelmo y salomeguadalupeingelmo.blogspot.com.es.

2 comentarios:

  1. Hermosa metamorfosis la del hombre-tortuga. Él solo es su refugio y compañía.
    Somos seres errantes. Que el sosiego, y no la amargura, nos acompañe en el camino.
    Un abrazo, Salomé.

  2. Si sólo, querida Elena, quienes pueden nos ayudasen a no tener que seguir haciendo el caracol, con la casa a cuestas por el mundo, a la fuerza… Besos

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