Niebla

Escribe, coge la pluma y pon tu imaginación a en ella.
Responder
Isara
Novato
Novato
Mensajes: 1
Registrado: 22 Dic 2005 00:00
Ubicación: Punta Umbria

Niebla

Mensaje por Isara »

Todo era gris.
<BR>
<BR>Gris el cielo, gris el horizonte, gris la luz.....
<BR>
<BR>Gris y frío. Vacío.
<BR>
<BR>No era cosa de la neblina que se pegaba al suelo. Era otra cosa, una luz gris que iluminaba, por decirlo de alguna manera, la planicie.
<BR>
<BR>No tenía fuerzas, avanzaba a trompicones hacia ninguna parte. El frío que sentía en el pecho, los jadeos, el hálito gris del vaho que salía de mi boca. Y seguía andando....
<BR>
<BR>Tropezando por el pedregal. Sin puntos de referencia. Sin rumbo. A lo peor hasta estaba caminando en círculos. Qué importaba.
<BR>
<BR>Quizás había habido una batalla y no me había enterado.
<BR>
<BR>Quizás las cosas con las que tropezaba habían estado vivas alguna vez. Quizás, quizás.....
<BR>
<BR>Seguía andando. Sabía que no era en círculos por que el sol plomizo se escondía siempre delante de mi.
<BR>
<BR>Era extraño no sentir hambre ni sed, sólo cansancio. Pero seguía andando.
<BR>
<BR>Todo era igual, uniforme, gris, frío, aburrido, monótono y los días iban pasando.
<BR>
<BR>Y miré atrás,a lo lejos, al fondo de la planicie había luz. Había un paisaje, montañas, árboles, casas, gente.....
<BR>Y ví lo que había sido mi vida antes, cuando hacía cosas, cuando me levantaba con ilusión y vivía.
<BR>
<BR>Y me dí cuenta que no es que el paisaje fuera gris y monótono: era mi vida la que era monótona y gris, que ya no tenía nada por lo que levantarme por la mañana, que algunas sombras con las que me cruzaba eran mis amigos, simples remolinos en la niebla, porque yo, conscientemente había decidido eso: seguir siendo gris, monótono, aburrido.
<BR>
<BR>Y había decidido seguir caminando hasta que me cayera en medio de la planicie gris y que la niebla me cubriera y fuera un bulto más con el que tropezar.
<BR>
<BR>Seguí andando.
<BR>
<BR>El suelo iba cambiando poco a poco. Cada vez tropezaba menos. Cada vez era mas liso y mas suave.
<BR>
<BR>Se oía un ruido como de trueno a lo lejos.
<BR>
<BR> Un grito, un lamento.
<BR>
<BR> Una mezcla de agua, piedras, conchas y trozos de madera chocando entre ellos.
<BR>
<BR>Y de repente el agua lamía mis pies.
<BR>
<BR>Y salió el Sol y se fue la niebla.
<BR>
<BR>Y la espuma me llenó. Dejé de ser un muñeco de niebla y fui parte agua y parte tierra.
<BR>
<BR>Me senté y esperé.
<BR>
<BR>Las olas rompían la luz en arco iris de espuma y luz.
<BR>
<BR>En la tercera, las lubinas plateaban sus escamas buscando presas.
<BR>
<BR>Y me llegó un trozo de caña y me pidió que escribiera.
<BR>
<BR>Y escribí. Escribí mi historia línea a línea, y las olas fueron borrandolas según lo hacía.
<BR>
<BR>El agua salada borró mis lágrimas, mezclando lo salado con lo salado. Borró mi historia, dejando la arena lisa para otra línea.
<BR>
<BR>Borró la niebla.
<BR>
<BR>El mundo era sólido y tenía colores. Blancas las gaviotas, azul el cielo, verde el agua, marrones los pinos y verde oscuro los enebros, y dorada la arena....
<BR>
<BR>Y el trocito de caña que tenía en las manos me pedía que siguiera escribiendo, que siguiera viviendo, que siguiera amando, que siguiera, quizá solo eso, que siguiera.
<BR>
<BR>Y decidí seguir.
<BR>
<BR>Se acerca navidad. En la tele anuncian juguetes, turrones, cava, ilusiones, regresos.... Yo tengo balance.
<BR>
<BR>Tengo que mirar pérdidas y ganancias.
<BR>
<BR>Lo que he perdido y lo que me queda por perder. Lo que he ganado y lo que me queda por ganar.
<BR>
<BR>Luisa se va en enero, así que perderé una buena compañera y una magnífica cocinera, y ganaré la libertad que perdí cuando le dije que se viniera a vivir conmigo.
<BR>
<BR>Mi tío Rober se irá, para siempre, pero ganaré unos millones con la herencia, que me gastaré en juergas, viajes y mujeres de dudosa reputación.
<BR>
<BR>Se irá el invierno y vendrá la primavera.
<BR>
<BR>Y ¿quien sabe? Quizás siga brillando el Sol o vuelva la niebla.
<BR>
<BR>Tal vez me siente otra vez a la orilla, deje que las olas me acaricien los pies, coja la navaja y me raje de nuevo las muñecas y... mientras se forma el charco, bonito y rojo, me vaya durmiendo despacito, como aquella vez, pero esta vez solo, en la playa, sin un payaso que llame a una ambulancia y me estropee el sueño con puntos y agujas.......
<BR>
<BR>

Responder

Volver a “Coge la pluma”