V Certamen de narrativa breve - Canal #Literatura

Noticias del III Certamen

5 abril - 2008

107-Bailar. Por Jimena duerme en su jardín

Siempre he sido raro, diferente, peculiar, maniático, preciso, incluso algo hipocondríaco, tanto, que cuando el Doctor me sugirió que para estar sano debería apuntarme a un gimnasio, no lo dudé; me calcé unas deportivas, unas mallas y una camiseta, adquirí un pulsómetro e inicié la peregrinación por  Pilates, Fitball, Step, Aeróbic, Spinning, pesas, cinta andadora y otros y otros santuarios de la vida sana en los que me dejo cada día la los ahorros.

Subido en la bicicleta elíptica fortalezco mis glúteos y mi corazón; observo pasar la vida mientras escucho a mi cantante favorita y tarareo sus canciones soñando que estoy en el escenario junto a ella, que me mira, que agarrados del micrófono cantamos las palabras que resumen a la perfección mis sentimientos. Todo está medido, cronometrado; 15 canciones, 63 minutos veinte segundos; memorizadas en el orden perfecto en mi Mp3.

Unos días se me hace largo; otros el tiempo pasa volando. ¿Será verdad que el tiempo es relativo?. En mis canciones siempre repetidas, encuentro nuevos matices, palabras diferentes  que me llevan a lugares donde un día estuve, a los escotes que respiré, a los sabores que un día degusté; recuerdos que me hacen olvidar que me encuentro en un gimnasio pequeño, oscuro y apretado. Un momento de escape de la realidad circundante

Algunas tardes mientras pedaleo enérgicamente cierro los ojos,. Varias mujeres jóvenes y esbeltas se mueven a mi lado. Algunas sudan y emanan aromas de batalla, los aromas que nos empeñamos en erradicar, otras gimen por el dolor en las piernas, cada uno moviéndonos en nuestra soledad, concentrados en nuestras vivencias, en salir de los sufrimientos cotidianos. Entonces me gusta imaginar que bailo con ellas, que el sudor y los gemidos se producen para mí. Es un momento placentero en que mi mente vaga por el mundo.

La música suena mientras muevo mi cuerpo, todo el gimnasio se mueve a mi ritmo, como si yo fuera el que marca el devenir de la vida, no deseo abrir los ojos. Es  como si un extraño presagio me abstrajera de la realidad. Algo me dice que si los abro antes de tiempo, todo se echará a perder. Aguanto, quedan sólo cuatro canciones, soy fuerte y no debo adelantarme. El ruido de una pesa que se golpea contra el suelo me sobresalta, una corriente de aire procedente de la puerta refresca mis gotas de sudor. Me encuentro feliz, soñando, gimiendo, sudando, bailando. Mi corazón late con rapidez, la voz delicada de mi adorada cantante me susurra lo que nunca nadie más que ella me ha dicho al oído; primero un rock, luego un corrido, después una bachata…y yo bailo, bailo y bailo sin parar.

Falta una canción, se me agita la respiración, y alguien me toca la mano sudada y me saca de mi estado extático, es Arturo, el colega de la oficina que me devuelve a la realidad, me saca de un empujón de mi pista de baile favorita para recordarme que no olvide llevar los informes mañana a la auditoria, mientras con un gesto de cejas, me señala lo “buena” que está la rubia que hace abdominales. Nunca se lo perdonaré. Yo deseaba seguir bailando.

106- Mi buena salud. Por Alejandría
108- 1984. Por Rosalía


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Participantes

libélula:

Te comprendo en tu cuento, a mi también me engancha el baile a pesar de las agujetas que le siguen. El baile nos puede transportar y hacernos sentir mejor en nuestro rutinario mundo; el escribir estos relatos también.


jimena duerme en su jardín:

Gracias libélula por leer mi relato, me ha hecho mucha ilusión que su lectura haya provocado tu comentario.


luscinda:

No me gusta nada hacer deporte pero me encantaría poder sentir lo que siente este hombre. Hay un momento en el que sientes al protagonista en mitad del gimnasio, moviéndose y disfrutando el mundo que se ha creado para evadirse. ¡Genial!


horacio:

Me resulta enternececedor que puede hacer casi poesía de la gimnasia . enhorabuena.


Jimena duerme en su jardín:

Muchas gracias Horacio y Luscinda. Vuestras palabras me animan a seguir escribiendo, sois muy amables.


m. v. suriñach:

jimena, es un relato extraordinario. siga usted así, dedicando más tiempo a escribir que a ir al gimnasio, al fin y al cabo ir al gimnasio es una vulgaridad, mientras que escribir nos eleva a la altura de los dioses.tiene usted una prosa limpia, fresca, emocionante, debe de dar gusto charlar con usted en las noches de verano o a las puertas del invierno al lado de una buena chimenea.


Anakina:

Muchas gracias, Jimena, por tus palabras. A mi también me ha gustado tu relato, me atrae especialmente el uso que haces del lenguaje: es fluido, en movimiento, como el baile.
Te deseo suerte en el concurso


Jimena duerme en su jardín:

Muchas gracias,m. v. suriñach, ha logrado que vuelva mis mejillas la rara virtud del rubor.


Jimena duerme en su jardín:

Gracias Anakina por leerme.


Enrique:

¿Que más puedo añadir?
Me ha encantado bailar con usted Jimena.:)


Jimena duerme en su jardín:

Ha sido recíproco. Gracias por sacarme a bailar.


bofilo:

Pos que decir me ha parecido un texto muy interesante y en el que las palabras son muy correctas y bastante asequibles de entender muy buen relato y de ahí mi puntuacion


Lara:

Me ha encantado como has logrado expresar esos sentimientos de manera adecuada y concreta, con el mayor relieve y talento.Gracias por dejarnos cautivar con este precioso relato¡¡ENHORABUENA!!


Jimena duerme en su jardín:

Muchas gracias bofilo; no sabes lo que me animan tus palabras.


Jimena duerme en su jardín:

Lara: es una suerte tener lectores como tú.


Delgadina:

Me ha gustado tu cuento, transmite bien las sensaciones del protagonista con un lenguaje ágil y fluido.

Suerte en el certamen.


Norma Jean:

Un relato muy bien llevado, a ritmo de pedal y de cinta de jogging. Fantasías de escotes mezcladas con sudor. Gracias por sacarnos a la pista a hacer un poco de ejercicio. Muchísima suerte en el certamen.


cervantina:

Has logrado sumergirme en una atmosfera de sudor, deseo e imaginación que nunca hubiera pensado. Esta tarde, cuando vaya al gimnasio, bailaré para hacerlo más llevadero. Gracias Jimena.


bobdylan:

Confieso que soy poco deportista y tampoco soy muy dado a bailar; de ahi que el escenario donde se desarrolla tu relato no me haya causado especiales sensaciones, aun cuando reconozco que está aceptablemente escrito y que refleja un tipo de vida que está ahi.

Me quedo sin duda con esta frase: los escotes que respiré.

Te deseo suerte en el concurso.


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