Eran tiempos donde ya nada era igual, con aire austero y sombrío, donde ya no existía espacio para soñar. (más…)
Son las diez y algo. La ginebra se deshace lentamente en mi boca. La saboreo, saboreo el veneno y la verdad. (más…)
El día había amanecido soleado y los comerciantes se afanaban por colocar sus tenderetes. Una chica gritaba: (más…)
– ¿Señor inspector? Soy Eric Paredes, la hermana María me ha llamado. (más…)
Te lo dije. Te lo he dicho miles de veces. Ellos están a punto de alcanzarme. (más…)