Todos guardamos secretos. Algunos durante años. Otros durante toda la vida. Tal vez sea por eso por lo que mi padre afirmaba que nunca se acaba de conocer a las personas. seguir leyendo »
Enviar a un amigo Imprimir─Odio viajar de noche, Marcos.
─Ya lo sé. Me lo dijiste unas quince veces en la última hora. ¿Qué querés? ¿Paro acá?
─¿Y que nos haga mierda un camión? No. Seguí. seguir leyendo »
¿Cuánto tiempo más me vas a ignorar?- Los sollozos retumbaban y su voz, rota, dolía tanto, era tal el abandono- ¡No me puedes ignorar!- ahora se había tornado fuerte, sí, por fin era contundente… seguir leyendo »
Enviar a un amigo Imprimir“Sólo es laburo, laburo nomás”, repetía como un mantra.
Gualterio Falcón nunca desperdició una palabra, un gesto, una sonrisa. Gualterio era seco cual la tierra en invierno y espeso como los yerbatales. seguir leyendo »
Enviar a un amigo ImprimirEl médico chasqueó los dedos frente a mi. Se me había quedado esa cara de tonto que no sé muy bien cómo describir. Esa en la que te quedas como suspendido y te dicen aquello de “¡eeehh vuelve!”. seguir leyendo »
Enviar a un amigo Imprimir Medio víctima, medio cómplice,
como todo el mundo.
Jean-Paul Sartre.
A mí que no me vengan con cuentos. A qué tanto de que este año será distinto. A mí mis riñones me duelen igual que el mes pasado y el otro, aunque a lo mejor, en el fondo, al final ellos tienen razón con éste año de 1.928, seguir leyendo »
Enviar a un amigo Imprimir«No puede ser», pensé al ver la lividez de su rostro y sus ojos irritados, «estaba llorando». Nos saludamos apenas: un movimiento de cejas, una conjetura de sonrisa después del hola usual; ésta vez pronunciado en tono apático. seguir leyendo »
Enviar a un amigo ImprimirDe alguna manera, desde que tocó el despertador, sabía que algo iba a pasar. A decir verdad, aunque hoy fuese mayor la intensidad, cada vez que he coger un vuelo tengo sensaciones parecidas. seguir leyendo »
Enviar a un amigo ImprimirCuando escuchaba a los demás contar lo que habían soñado y cómo se habían sentido al despertar del sueño me preguntaba por qué yo no era capaz de soñar. seguir leyendo »
Enviar a un amigo ImprimirEstaba charlando tranquilamente con Eduardo, uno de mis mejores amigos, cuando de repente, fijó en mí su mirada, y observé que sus ojos estaban enrojecidos y expresaban una angustia insoportable. seguir leyendo »
Enviar a un amigo Imprimir
Últimos comentarios