Cuando escuchaba a los demás contar lo que habían soñado y cómo se habían sentido al despertar del sueño me preguntaba por qué yo no era capaz de soñar. Una amiga psicóloga, con la que solía desayunar en el descanso del trabajo, tras contarme uno de sus sueños me explicó que seguramente yo sí soñaba, que quizá una parte de mi cerebro no lo retenía; ¡pues vaya cerebro más tonto tengo!, me decía yo para mis adentros.
Curiosamente hace tres meses tuve mi primer sueño, al menos el primero que mi especial cerebrito conseguía retener. Era un sueño muy extraño, como si hubiera vuelto al pasado. Me encontraba con varios amigos de la época del instituto, uno de ellos quería salir conmigo, y puedo recordar perfectamente que en el sueño tenía dudas de si debía hacerlo, sentía que estaba enamorada de él, mas algo que no sabía qué era me frenaba. Aquel chico del sueño no era el chico con el que en la vida real me casé hace siete años. Nunca había tenido dudas sobre mi marido, sin embargo unos días después de aquel sueño mi marido me dejó por otra.
A esa excepcional noche siguieron noches normales para mí en las que no existían los sueños, hasta que, casi un mes después volví a soñar y de nuevo mis sueños me trasladaban al pasado. Esa vez soñé que tenía que examinarme de la última asignatura que me faltaba para poder conseguir mi título de licenciada, lo cuál fue imposible por no llegar al examen, me había quedado dormida al no sonarme ninguno de los dos despertadores que me suelen despertar cada mañana. La noche siguiente soñé otra vez que no había forma de llegar al dichoso examen, el culpable fue un aparatoso accidente de tráfico que me pilló de camino a la Facultad. Pasó el día siguiente y afortunadamente esa noche no soñé nada relacionado con aquello, más exactamente, si soñé algo no quedó recuerdo alguno. Se hizo de día y no pude evitar irme pensativa al trabajo; justo cuando me había convencido a mí misma de que es de tontos calentarse la cabeza por un absurdo sueño, me llamó mi jefe para decirme que la crisis había afectado gravemente a la empresa; tenían que hacer recortes de personal titulado, si quería seguir allí había un puesto para personal no titulado en el que me podrían acoplar.
El bajar de nivel profesional conllevaba, por supuesto, bajar la cuantía de la nómina, por lo que me sentí obligada a adaptar mi nivel de vida a mi nuevo sueldo. Tenía una semana para decidir si me iba de viaje al Caribe con mis mejores amigas, el viaje que tanto tiempo nos había llevado organizar. Con el sueldo que cobraría a partir del siguiente mes económicamente iba a ir al límite del ahogo, así que decidí posponer visitar tierras caribeñas, muy a pesar mío. Esa noche soñé con una ola gigante que me atrapaba y me ahogaba.
Mis amigas se fueron al deseado viaje, con tan mala suerte que estando allí sufrieron un temporal tras otro.
Bueno, todo aquello ya forma parte del pasado. Hoy es mi día libre y necesito tranquilidad, creo que un día de playa sin hacer nada y en soledad me vendrá bien para pensar, o más bien para no pensar.
He tenido que aparcar un poco lejos, la playa está más concurrida de lo habitual. El suave oleaje y las ligeras nubes generan un ambiente ideal para descansar, por lo que termino tumbándome. Estando profundamente dormida me despiertan gritos:
− Señora, ¿el coche rojo deportivo, es suyo?, sólo quería avisarle de que están intentando robarlo.
Sobresaltada me levanto y nos dirigimos los dos hacia el lugar donde tengo aparcado el coche, aunque no veo a nadie intentando robarlo, ni siquiera veo a alguien merodeando por allí. Pensaba volverme a la orilla de la playa, no obstante me paro y miro hacia el interior del coche para cerciorarme de que no hay nadie dentro de él. De tanto que abro los ojos siento que se me van a salir de las órbitas cuando lo que veo reflejado en el cristal es al individuo que me dio el aviso, se dirige hacia mí empuñando una navaja. Quiero salir corriendo pero no puedo, las piernas no me responden. Estoy viendo reflejado cómo se va acercando cada vez más a mí, con gesto endemoniado y alzando el arma. Siento que quiero chillar pero no puedo. Creo que me voy a desmayar cuando, temblorosa, me despierto; me levanto y miro hacia el mar, sólo ha sido una pesadilla. Susurrando digo que los sueños, sueños son, me río sarcásticamente de mí misma y me vuelvo a tumbar; el sonido de las olas me envuelven con su va y ven, consiguiendo de nuevo dejarme totalmente relajada.
Me quedo plácidamente dormida. Tan sólo unos minutos más tarde creo oír gritos entre sueños:
− ¡Oiga!, ¿tiene un coche rojo, deportivo, aparcado allí arriba?, lo están intentando robar.
Tras comprobar que los gritos se dirigen a mí, me pellizco; esta vez no es un sueño.
52- ¿Los sueños, sueños son? Por Rosa azul,Enviar a un amigo Imprimir
Más que un cuento, me parece una reflexión sobre los nexos entre realidades soñadas o sueños hechos realidad. Está correctamente escrito.
Luc, muchas gracias por tus comentarios. Es el primer «cuento» que escribo que no está dedicado al mundillo infantil/juvenil y sobre todo me animé a concursar para leer vuestras opiniones, ya que el cuento para adultos es todo un reto para mí. Tendré muy en cuenta tu opinión.
Hola Rosa Azul, no había leído tu relato pero al ver que has comentado el mío, aquí me tienes.
La verdad es que me ha gustado, sobre todo porque logras contagiar la angustia de los sueños y no.sueños y al final no sabes en qué realidad estás viviendo. Un cuento, sea infantil o para adultos tiene que enganchar y el tuyo, conmigo, lo ha conseguido.
Seguro que he puesto más comas de las debidas… Un saludo
Gracias Adafina, con tu último comentario me has hecho reír.
Bueno, yo quizá peco de poner comas de menos, solemos ir de un extremo a otro. Me ha animado mucho tu opinión, por lo menos en tu lectura he conseguido lo que pretendía. Ha sido un placer coincidir contigo en este concurso, espero que coincidamos en muchos más.
Ojala Rosa azul, eso será señal de que seguimos escribiendo. Yo también estoy encantada.
He tenido que leerle porque yo una vez titulé un cuento exactamente igual, pero el mío era más largo y no se parecen en nada 🙂 No está nada mal para ser tu primer cuento. Sigue así.
Gracias, Ojos Oscuros. Voy a leer el tuyo.
No se puede utilizar un verbo para toda la historia como si no se supiese manejar un diccionario de sinónimos… Resulta amodorrante… Pero, suerte…
Antístenes, ¡muchas gracias!, le pedí una crítica constructiva y la tengo. Y además, su comentario me alegra por doble motivo, ¿resulta amodorrante?, ¡no lo entiendo!, si el verbo soñar sólo se dice, por párrafos:
soñado, sueño, soñar, sueños, soñaba; sueño, sueño, sueño, sueño, sueño; sueños, soñar, sueños, soñé, soñé, soñé, soñé, sueño; soñé; sueños, sueños; sueño.
Puede que tenga fijación con el verbo soñar, o puede que vaya con toda intención…
Hola Rosa azul! ¿Me permites que lo primero que comente de tu relato, sea algo que nada tiene que ver con él? Es que no me he podido aguantar la risa.. 😀 Justo encima del título, aparecen en pequeñito los textos de tus vecinos de ‘blogoesfera’;, titulándose uno de ellos “Pareja madura y seria busca joven formal para trío”, no soy capaz aún de imaginarme cómo seguirá… 😀
No es nada fácil escribir ‘microrelatos’, ¿verdad? Acabo de escribir dos, y uno lo he publicado en mi propio espacio… Porque se me antoja demasiado largo (como seguro sabes, todo lo que este publicado en cualquier medio, tiene -desde ese instante- las alas cortadas… Más de un problema me dio no respetarlo cuando empecé a concursar :P) Te deseo mucha suerte; creo que escribir cuentos cortos abre la mente –y la organiza- para construir, con mayor fluidez y soltura, textos más largos y de mayor calado.
No me has pedido que te comente nada.. Por lo que pon una hoja en blanco (lo suficientemente opaca:P) sobre la pantalla y continua leyendo elogiosos comentarios; el mío, sin dejar por ello de serlo –al menos sin pretenderlo- cruzará el terreno de lo abstracto para asentarse en lo formal: y es justo en ese terreno en el que todos , de un modo o de otro, terminamos naufragando.
Más este mar de letras es tan denso, que se aprende pronto a flotar.
“Me encontraba con varios amigos de la época del instituto, uno de ellos quería salir conmigo, y puedo recordar perfectamente que en el sueño tenía dudas de si debía hacerlo, sentía que estaba enamorada de él, mas algo que no sabía qué era me frenaba”
Rosa Azul.. ¿Dónde empieza y donde acaba :D? Es cierto que la mayúscula –casi siempre- el comienzo marca, y que el punto indica el final… Pero es muy amplia la gama de signos, que entre medias se puede encontrar. ¿Por qué no los empleas? Tu relato reflejaría silencio… Y en silencio, te podríamos acompañar. En caso contrario ideas, frases, comienzos y finales se habrán de mezclar unos con otros… Presentando -sin orden ni concierto- un barullo de sentencias que no guarda ninguna gradación entre ellas.
“Me encontraba con varios amigos de la época del instituto; uno de ellos quería salir conmigo, y puedo recordar perfectamente que en el sueño tenía dudas de si debía hacerlo… Sentía que estaba enamorada de él, mas algo – no sabía qué era- me frenaba”
Siempre lo digo: JAMÁS te comentaría algo acerca del contenido… Es demasiado personal, cómo para indicarte nada sin entrar en un terreno al que no he sido invitado.
Sigo leyendo…
“Nunca había tenido dudas sobre mi marido, sin embargo unos días después de aquel sueño mi marido me dejó por otra”
Puff… presentas, en el mismo plano sintáctico, dos frases que se oponen con fuerza entre ellas… En concreto, de una forma extrañamente cruel y -por desgracia- muy habitual.
Déjanos reflexionar, Rosa Azul…. Anticiparnos: en una sola frase acabas de variar el curso de una vida, y no es justo que –todo el dolor, impotencia o rencor que sienta aquella mujer- nosotros nos lo perdamos.
“Confieso que nunca tuve dudas sobre mi marido. Sin embargo, unos días después de aquel sueño, el muy cerdo me dejó por otra” (jajja perdona que me tome la libertad.. 😀 Sólo tienes que volver a poner ‘marido’.. :D)
Y ten mucho cuidado.. Has introducido un elemento muy relevante –una ruptura- y no guarda, prácticamente, relación alguna con el resto del texto.
Odio, odio, odio.. Odio que se repitan plabras, ideas. Odio cuando las repito yo, y odio tardar tanto tiempo en volver si quiera a perdonarme.
“A esa excepcional noche siguieron noches normales para mí en las que no existían los sueños (…)”
A esa excepcional noche siguieron otras habituales, en las que dejaron de existían los sueños” (se entiende que es para la protagonista… Yo no caería en redundancia, pero es una opinión)
Si solo lo odiara yo, no te debería importar demasiado… Pero créeme: los ‘gurús’ de las letras –viejos doctos oxidados- son del mismo parecer.
Rosa Azul, no sigo desmenuzando más… En parte por mi tiempo, en parte por nuestra salud mental (la tuya se volvería turulata si comienza –así ,y de golpe- a dar tanta importancia a la forma de un texto; la mía, porque empezaba a leer sin disfrutar)
En general, echo de menos a mis amigos los guiones largos; añoro algunos los puntos suspensivos, que has –completamente- abandonado… Y me sorprendió verlos, a todos ellos, sustituidos por comas (nunca un peón podrá hacer, el mismo trabajo de la torre y el caballo). Para hacer equilibrios en una frase tan larga, ambos deberíamos ser artistas sobre las cortas.
Pero esto ¿es verdaderamente importante? Si… Y no :D: Más importante son los sueños. Y de esos, parece que tu tienes un montón (me encantaría ver alguno de tus cuentos… ¡Me haría mucha ilusión! Jajaja digamos, que yo también trabajo rodeado de niños.. :P). El relato tiene un final bonito… Pero si me permites un consejo (hasta el momento no te he dado ninguno, que no soy quién ni creo que deba hacerlo) que no va dirigido a ti… Sino.. Por ejemplo.. Mmmm…A otra persona :D… “Trabaja cada frase cómo si fuera un cuento entero”
¡Un fuerte abrazo Rosa Azul!
Dominose U
Pd: Se me olvidaba… Los comienzos; ¡qué importantes son los comienzos! Tienes que conseguir ‘rompernos’.
No soñaba.
Nunca.
Cuando escuchaba a aquellos afortunados contar lo que habían soñado, y cómo se habían sentido al despertar, me preguntaba por qué yo no era capaz de soñar.
(Se me ocurre) Ánimo.
¡Uf!, ¡cuánto me queda por aprender!…Ji ji ji…
Muchas gracias, Dominose U, por dedicarme tantas palabras para intentar ayudarme, te aseguro que he aprendido mucho de ellas y me servirán para futuros relatos.
Bueno, los cuentos para niños que he escrito más bien era como si tomaran mi cuerpo prestado para darles vida, y sólo he escrito los que así han aparecido. En ellos sí utilicé los guiones, los puntos suspensivos…De momento no los puedes leer en ningún sitio pero todo se andará.
En el mundo de los microrrelatos, aunque apenas llevo tiempo en él, me siento cómoda, y seguramente nos veremos por allí.
En cuanto a que voy directamente al grano en cada párrafo de mi relato, mi idea era hacerlo así para que pareciera que lo contaba como con prisa, estresada por el mal rollo que me daba que soñara una cosa después de tanto tiempo sin soñar y fuera para que pasara algo negativo, ¡pero es tan difícil hacer llegar esas sensaciones cuando no hay nadie interpretando las palabras que uno escribe!
Siento que odies tanto que se repitan las palabras, porque entonces te ha debido doler mucho leer mi relato. Quizá lo que voy a escribir no debiera hacerlo precisamente en un concurso como éste, pero necesito soltarlo. Resulta que mi mundo es totalmente matemático, mis estudios, mi trabajo, y si algo me ha encantado de las letras es precisamente que, siempre que cumplas unas normas que no se pueden saltar (la ortografía, tildes …), puedes jugar con ellas de forma que las mismas palabras en una misma frase pero colocadas de distinta manera no dan lo mismo. ¡No poner infinitivos seguidos!, ¡no escribir cacofonías!, ¡no repetir la misma palabra!, ¡utilizar ahorro de palabras! Creo que está bien que se añadan éstas a las normas básicas, pero, ¿siempre?, ¿sin mirar más allá del por qué no se cumplen? Al igual que tú, me han avisado de que si no las cumplo, no tengo ninguna posibilidad.
En fin, supongo que poco a poco me daré cuenta de que la escritura no es tan abierta como yo esperaba y que, al igual que en matemáticas no tienes más remedio que aprenderte las tablas de multiplicar, aquí no tienes más remedio que aprenderte las «normas del buen escritor».
Un abrazo fuerte, mi buen amigo.
¡Ah!, se me olvidaba…no me había dado cuenta del detalle de los títulos que anuncian justo encima del mi relato, ¡lo que me he reído!
Es «encima de mi relato», ¡es lo que pasa cuando no repasas lo que has escrito!; he preferido aclararlo, no sea que alguien piense que quiero saltarme hasta esa norma, jijiji…
… No puedo dormir, porque siempre estoy soñando (Fito).. Esa línea confusa que separa ambos mundos…
Mucha suerte.
Rompe, rompe, no hagas caso a los «correctos», rompe, juega, molesta, que de relatos correctamente escritos está repleto el mundo, pero de buenos relatos, escaso, carente… casi vacío.
Juega y diviértete: no ganarás concursos, pero ¿quien te quita lo bailado?
Aparte al mejor maestro se le escapa un gazapo, fijate en esta perlita:
«Odio, odio, odio.. Odio que se repitan plabras, ideas. Odio cuando las repito yo, y odio tardar tanto tiempo en volver si quiera a perdonarme.»
Entonces, juega, rompe, repite, que haya música y no meramente prosa correcta… es tan aburrido todo esto, de otra manera…
Nos queremos reír de los académicos, pero no hay manera, no podemos…
Gracias, HÓSKAR WILD, por pasarte por estos lares. ¡Vaya letras tiene Fito!, ¿verdad?
Gracias por tu apoyo, Panzermeyer, pero la frase «Juega y diviértete: no ganarás concursos, pero ¿quien te quita lo bailado?», no sabría decirte si me anima o me desanima…Ja ja ja…
Bueno, creo que sí es importante conocer esas «normas» y respetarlas, y a partir de ahí que la creatividad nos deje un poquito de libertad para romper aquellas que no hagan daño a nuestra Lengua, cuando creamos que sea preciso. Pero seguro que, por mucho que te digas a ti mismo que lo importante es participar, te cansas de no ganar…
Muchas gracias a todos por estos buenos ratos.
No pensaba volver a escribir en este foro (no me refiero al tuyo, sino en general.. Vuelvo a estar pillado de tiempo :S), pero no he podido pasar por alto tu alegre respuesta: alegre, sí… Otra palabra no describiría mejor la sensación que deja:
«No puedes jugar con ellas de forma que las mismas palabras en una misma frase pero colocadas de distinta manera no dan lo mismo. ¡No poner infinitivos seguidos!, ¡no escribir cacofonías!, ¡no repetir la misma palabra!, ¡utilizar ahorro de palabras! Creo que está bien que se añadan éstas a las normas básicas, pero, ¿siempre?, ¿sin mirar más allá del por qué no se cumplen?»
Me dejas que te cuente la experiencia que tuve, no hace demasiado tiempo?
Hace no demasiado tiempo, asistí a una exposición retrospectiva sobre el Artista Ruso Васи́лий Васи́льевич Канди́нский (igualmente conocido como el “loco Kandinsky” :P). Le admiro, por supuesto… de la mismo manera que admiro a todo aquel que, de una manera u otra, es capaz de abstraer todo un mundo –mundo que, que dese ese momento, pasa a pertenecerle- a base de líneas, manchas y los más diversos colores, para todo ello entrecruzarlo en un lienzo blanco de 3×3 y hacer que resulte bello… Sobre todo, cuando es un mundo tan parecido al mío.
Wasilly es especial. Un adelantado a su tiempo, cómo lo fue Picasso. Se saltó todas las barreras de la hiperrealidad después de haber sobrevolado las de lo habitual. Desayunaba cada día en cielos a los que otros tan sólo llegaban en sueños. Devoraba imaginación, dejando sin nada a sus contemporáneos… Se burlaba de los “no deberías hacer eso”, guardándolos en grandes cajas, y siempre al fondo del desván: con los trastos viejos. Se reía de lo que a otros daba miedo… Quizá, algo muy parecido a lo que te propone hacer mi querido amigo Panzermeyer (consciente soy, descuida, de que no te conozco… Pero créeme: no un encuentro un adjetivo mejor -ni más apropiado- para referirme a ti)
“Entonces, juega, rompe, repite, que haya música y no meramente prosa correcta… es tan aburrido todo esto, de otra manera (…)”
Aburrido. Wassily no era –ni mucho menos- aburrido. Pero lo fue.
Para mi sorpresa, la mayor parte de los cuadros que se exponían, en aquella exposición, correspondían a sus primeros intentos en el campo de la creación artística… Pura academia. Tres cuadritos a contar desde el margen, y letras grandes -casi obesas-. Título subrayado en rojo, por encima de éste la fecha.
Aquellos cuadros respiraban formalidad por todos sus poros, aunque el óleo los cubriera para siempre…
Tan sólo técnica.
Me encuentro delante, en este momento, de uno de ellos. Una marina. El último bote de aquel puerto acaba de aparecer, intacto y sobre el lienzo, de la mano de un chiquillo… Apenas 17 años. A mi lado, el maestro contempla el brillante resultado. Wasilly aún no sabe que nunca volverá a pisar su taller. Los ojos del maestro brillan, proyectando su vida-o la que no pudo ser- sobre las manos de su último pupilo. “¿Cómo le haré entender, que ya nada le puedo enseñar?” –discurre en silencio.
Wassily ya lo sabe. Alegría y tristeza se mezclan por igual en su joven corazón, dando lugar a un nosequé que le duéle, y al mismo tiempo le embriaga. Múnich, ciudad de bronce y piedra.
– Y ahora, ¿qué?
– Ahora –querido Wassily- “ juega, rompe, repite, que haya música y no meramente prosa correcta… es tan aburrido todo esto, de otra manera…”
Aquel cuadro, que por si sólo ilumniaba toda la estancia, no era más que técnica: tecnina, si… La que otros antes que él dejaron. Goya, Velazquez, Manet, Mondrían, Gauguin, Degas… Todos ellos, un segundo antes de morir, regalaron su arte a Wassily para que éste lo convirtiera en pura técnica; pudiendo al fin, con el paso de los años –y tras haber aprendido de los mejores maestros-, crear algo nuevo: vida sobre un lienzo…
Que volverá a ser técnica, para el que quiera empezar de nuevo.
Estoy entre compañeros… No creo que sea necesario que os explique –por segunda vez- a lo que me refiero. Crea, crea, crea… rompe, rompe, rompe.. Repite, repite, repite (jajaja lo odiooo.. 😀 :P), pero todo a su debido tiempo.
Consigue, Rosa azul, crear un envoltorio a juego, con la dulce prosa que llevas dentro… No vaya a ser que construyas tu Palacio sobre arena, y se lo lleven el mar y el viento.
Dominose U
jajaja y por cierto.. tengo 24 años… No sabes la gracioso que resulta que me llames académico 😀 (se lo diré a mi madre a mi vuelta… le pondrá una sonrisa de oreja a oreja :D)
Bueno, dejame divertirme un poco a mí también… Es que nos ponemos taan formales… y taaan aburridos…
Y no te canses… nunca, que los llamados son muchos, pero los elegidos, pocos…
Obvio, hijo, se nota que eres un chaval, no es a tí que llamo académico.
Por otra parte, es cierto, la práctica constante es lo que distingue a Picasso de todos estos mamarrachos, la escuela, estricta, que ya lo decía Nietzsche…
Pero aquí, por favor… jueguen, experimenten, diviértanse…
Bueno, Dominose U, os entiendo perfectamente a ti y a Panzermeyer, es más, una mente matemática lo mejor que tiene es que te obliga a ser muy muy realista, y tiene facilidad para sacar conclusiones de los problemas que se encuentra por el camino, por eso os agradezco enormemente este debate.
¿Los sueños, sueños son?, puede, pero a veces se cumplen, y no precisamente los malos.
¡Que se cumplan vuestros mejores sueños! Un abrazo.
Rosa Azul: voy por este concurso entrando a relatos en forma salpicada y me ha llamado la atención el seudónimo, me gustaría tener un rosal, que diera ese color de flor.
Me encanta el humor con que te tomas las críticas…son muy útiles, se saca un enorme provecho de ellas, la edad de quien las hace es lo de menos. Hay buenos escritores de veinte años y pésimos de setenta.
En cuanto al relato, que es lo que interesa, me atrapó y lo disfruté.
Un abrazo: Abeja.
Hola Rosa Azul,
Creo haber leído que no te importa que te den consejos, por eso me atrevo a darte uno, ten cuidado con las repeticiones, la palabra sueño, soñar, etc, se repite demasiadas veces, eso hace que la lectura sea más monótona.
Y otro, no te dejes desanimar por ningún comentario, si seguimos participando en concursos, es porque todos somos escritores novatos, a todos nos queda mucho por aprender. Al menos es lo que yo pienso.
Un saludo y suerte en el certamen.
Gracias por dejar tu comentario, Abeja. Te animo a que plantes ese rosal, creo que las rosas azules son muy especiales…
Un abrazo y enhorabuena por tu relato.
Gracias Roberta B., tu consejo es bien recibido, por supuesto; es más, es un orgullo que alguien con tan buen relato en el certamen se haya pasado por estos lares a leer mi relato y a aconsejarme. Vamos, me queda claro que el experimento de tanto repetir el verbo soñar no ha sido buena idea, ji ji ji…
Un fuerte abrazo.
De cuando en cuando hago click sobre los enlances de «Últimos comentarios» Saltando de historia en historia. Conste que leo también el de todos aquellos que han comentado el mio, para agradecerles su tiempo y comentarios. Gracias a estos saltos te encuentras sorpresas, en las que ves a gente que se lanza a la arena, en ocasiones para que la despellejen (se aprende mucho así) y otras para darle crema laudatoria.
Aunque sólo sea por tu seudónimo, merece la pena ver qué has hecho. Si es un primer intento, es estupendo y como ya han dicho otros, primero diviértete y después aguanta algún que otro chaparrón (no le puedes gustar a todo el mundo). Dice Panzermeyer con buen criterio, que muchos son los llamados y pocos los elegidos, pero si no lo intentas una y otra vez ¿Cómo puedes saber de qué lado del refrán estás? Ánimo y suerte Rosa azul.
Muchas gracias Cánquel por pasarte por aquí, luego me pasaré por tu relato a leerlo, se me acabaron las vacaciones y ya no puedo leer tantos como antes…
Agradezco enormemente el ánimo que me das, ¡si es que, lo más bonito de escribir es poder jugar con las palabras!; por cierto, se ve que todavía no he decidido si soy Rosa azul o Rosa Azul, porque cada vez lo escribo de una manera distinta…
si este es tu primer cuento, te felicito. sigue adelante y disfruta de todo lo que escribes como creo que disfrutaste al escribir este relato, relato que yo sí disfruté. suerte
Muchas gracias, la ciudad. Desde luego, tengo claro que sólo escribiré mientras disfrute haciéndolo.
Seré concisa, ya hay demasiada literatura por aquí.
Creo que has escrito un buen relato y si además es el primero, ¡bingo! Te esperan sorpresas muy gratas en este mundo. No dejes de escribir. Me gustó. Final redondo, con sorpresa incluida. Te felicito.
Mucha suerte.
Ágata, tu comentario, sinceramente, me ha sorprendido; bueno, he seguido todo lo que he podido este certamen y creo que has sido crítica cuando lo has tenido que ser, por eso me ha alegrado tanto leer el que me has escrito. Curiosamente, aunque llevo dos años escribiendo, nunca quise participar en concursos, y los tres meses que llevo concursando en varios eventos, tal y como presagias en tu comentario, me han dado sorpresas muy gratas, no sólo literariamente hablando. Gracias de nuevo, Ágata.
Me lo he pasado muy bien leyéndote. Me gusta cómo juegas con esos sueños premonitorios y la realidad. ¿O es al revés?
Que tengas suerte
Gracias, Granizo. Como tu relato creo que todavía no lo he leído, voy para allá…
Me ha gustado tu cuento, el ritmo es bueno, aunque sí he percibido rasgos que descubren tus inicios en literatura infantil. Los sueños son un campo inspirador de relatos. Sigue escribiendo, he soñado que asistirías a muchas entregas de premios… Mucha suerte.
Gracias LUCIO ANNEO por tu comentario, y sobre todo por leer mi relato. Haciendo un repaso mental a mi relato he entendido a qué te refieres, esa necesidad que tengo de explicar todo para que se entienda bien …Pero si no me lo llegas a decir, no me doy cuenta de ello, así que doble gracias.
Creo que es de recibo que te devuelva los saludos… Aunque me cueste volver a escribir por aqui. Te devuelvo el voto, si para tí es importante :D.
A veces, un camino dura lo que dura una sonrisa.. Y doy gracias al cielo de poder sonreir tan a menudo como senderos encuentro.
Un abrazo fuerte, como quiera que te llames.
Dominose U
Gracias Dominose U, te dije lo del voto con voz muy muy bajita, porque veo que ha creado polémica el que algunos compañeros lo vayan diciendo por ahí, me hizo mucha gracia, ¡lo que voy a echar de menos todo ésto…!, que conste que he votado y seguiré votando a compañeros del certamen aunque no lo diga, a ti me apetecía decírtelo … Sigue escribiendo con esas ganas, llegarás lejos. Un fuerte abrazo.
Para ser tu primer relato está bastante bien. Ánimo y suerte.
Hola Rosa Azul (¡qué difícil color!). Leyendo, leyendo… he llegado a tu relato y, sobre todo, a los comentarios que en la mayoría de las ocasiones son tan o más sabrosos que los propios cuentos.
Por eso, sobre tu relato poco voy a decir, pues también soy novata y no me considero capar de crítica alguna. Sin embargo dices que uno de los motivos que más placer te causa al escribir es la libertad de la palabra, los matices sutiles que la matemática te vedan. Y ahí te doy toda la razón. Por eso me permito darte un consejo que tal vez ya hayas seguido, pero que no está de más: Poesía.
Esa es la verdadera libertad de la palabra. El relato nos obliga, por razones múltiples, a atenernos a ciertas «normas»; en la poesía, la de verdad, las posibilidades del lenguaje son tan grandes como tu propia capacidad de imaginar permita. Personalmente trabajo con mucho más gusto la poesía, aunque los resultados sean más complicados y difíciles (al menos para mí, lo son), pero la emoción de un poema terminado y en el que sientas que has «creado» no tiene parangón.
En fin, no te aburro más, te dejo un voto y te deseo suerte en el concurso.
Se me olvidaba, mi relato es el 181 y me gustaría conocer tu opinión.
Un saludo.
Tienes ilusión y ganas pero el relato se repite sin dar respiro. Demasiado bien está si es tu primer relato. Suerte
Para callie y RUIZ DE LA MUELA: Muchas gracias por leer mi relato y dejar vuestros comentarios, todos, absolutamente todos los comentarios que vais dejando, me ayudan a seguir creando relatos mejores.
Para ALBA LONGA: Me alegra mucho que hayas decidido escribirme esas líneas. Por cierto, mejor seré piadosa con la humanidad y no escribiré poesía…siempre he sido malísima en ese género.
Cuando pueda me paso a leer vuestros relatos y ya os diré. Un abrazo.
En su día me gustó y te dí mi opinión, hoy veo que más gente aprecia tu trabajo, sinceramente te felicito…
Vaya, LUCIO ANNEO, se me pasó leer tu relato, acabo de darme cuenta…Gracias por tu apoyo, cuando lea el tuyo te comento algo… Sí, la verdad es que tengo un buen grupo de «seguidores», ellos fueron los que me animaron a presentarme a concursos, aunque fuera sólo para «experimentar»…
Querida Rosa Azul, no sabes lo que me alegra que estés entre los diez finalistas. No he votado tu relato, porque tenía claro desde el principio a cual votar, pero tienes mi voto de amiga y la alegría de que estés en esta final. Como tú me dijiste, ojala nos volvamos a encontrar en algún otro sitio, y sobre todo que sigamos escribiendo. Un besazo para ti.
Ah y que sepas que te he votado insistentemente para que estuvieras aquí.
Otro beso para ti, Adafina. Entonces tenemos una cita tú y yo: el Certamen del año que viene. Ahora toca escribir, escribir y escribir.
Estimada Rosa Azul:
Gracias por tus buenos deseos y cuida esa bola de cristal. A su lado, ese pulpo que se ha hecho tan famosillo no es sino un aprendiz de brujo.
Mucha suerte en todo lo que te propongas.
Gracias, Violeta, seguro que nos volveremos a encontrar. Mucha suerte también para ti.