-¿Porqué huyes anciano?
-No huyo tal como tu te imaginas joven…-respondió el hombre que se había sentado en una roca al lado del camino.
-Si que huyes, te he visto mirar hacia atrás con miedo.
-Eres muy observador, pero yo ya he pagado mi condena y por haber salido de la cárcel es por lo que estoy asustado.
-Ahora ya eres libre.
-Nunca somos libres, nuestro viaje no nos deja hacerlo, está lleno de penalidades, de privaciones y de temores.
-Pero yo veo reír a la gente. –le responde el niño sentándose frente a él.
-Si, también, siempre que se pueda hay que reír, Dios no lo exige, reír, no entregarse a la soledad, alejar las tinieblas de nuestro lado.
-Pero mi padre dice que aquí estamos para sufrir.
-Tu padre solo tiene parte de razón, la vida es una ilusión y las ilusiones entran con alegrías y se marchan con dolor, pero nosotros somos el eje del mundo, lo más hermoso que ha creado Dios.
-Nuestro Dios o el de los cristianos.
-Todos los Dioses son iguales y nosotros somos iguales porque nos han hecho a su forma.
-Yo solo escucho la risa de mi hermano pero es que dice mi padre que está atontado porque está enamorado.
-Cuando te llega el amor te llega la vida, el enamorado, tu hermano tiene que reír, es feliz, el ve en su amada lo que nosotros no vemos.
-Es una mujer y poco hay que ver en ella.
-Estás equivocado joven, el ve el misterio de las olas, el poder del mar que las arrastra, la palidez de la luna le parece lo mas hermoso y la brisa que mueve las hojas para el es una acaricia.
-¿Todo eso ve en una mujer?
-Joven, una mujer es como un hombre, Dios la ha creado y nosotros no podemos criticar a Dios…solo amar su obra.
Un dialogo sutil entre la inocencia y la experiencia. Muy bonito.
Suerte
Coincido con Hilda, plasmas muy bien la inocencia de lo que no se ha vivido y la experiencia de la madurez.Perdona que te corrija pero es una pena que un texto tan bonito comience con una falta de ortografía. El porqué interrogativo se escribe separado y con tilde.
Te deseo mucha suerte