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VIII Certamen de Narrativa Breve 2011

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117- Escucha al viento. Por Adilia

 ¿Escuchas al viento? – Preguntó Marcos—  en ese momento, encendía su vieja  pipa. Marcos estaba sentado sobre el follaje cercano a una gran ceiba.  Y a su lado, un hombre viejo. Era Antonio.

El árbol les daba cobijo a ambos.  En tanto, la enramada abrigaba una multitud de aves  que trinaban. Y de repente callaron. Como si lo hubiese presentido el hombre de la pipa, un  viento sopló. Los árboles, a pesar de ser enormes, se agitaron. El silencio se hizo presente cuando las avecillas callaron. Se escuchaba el rumor del viento, cuando las ramas chocaban unas contra otras.  Después la noche cayó en la selva, las estrellas cintilaban con fuerza. 

Al viejo Antonio no le gustaba hablar sin antes meditar lo que tenía que decir, así que estaba callado, luego se incorporó y buscó unas pequeñas varas. Era necesario encender  la fogata, en medio de la selva y entrada la noche el frió siempre calaba hasta los huesos. 

Más tarde; los dos hombres se sentaron, uno enfrente del otro, el fuego de la hoguera iluminaba sus rostros, y aunque un poco siniestro, les daba la oportunidad de  intimar sobre asuntos que pudieran ocurrir en ese momento. Un viento fuerte  agitó las flamas de la fogata  avivando el fuego. Fue cuando el viejo Antonio comenzó a hablar. 

— Soy quien no tiene vida, pero tiene la  fuerza — dijo Antonio, con voz grave y gutural.  Marcos escuchó asombrado, se quedó inmóvil y esperó, su pipa exhalaba el humo blanco en  pequeñas  volutas. 

El viejo Antonio apremió y Marcos oyó, de nuevo, la voz ligera de su amigo. 

—Hace mucho tiempo, del hombre, y ahora, surge su voz conmovedora del porqué de la vida y su misterio, una interrogante que no hemos descifrado y la muerte, insondable también.  Cuando miramos al cielo, en nuestra memoria queda la luminosidad del sol, su presencia se pierde al caer la noche y sabemos que regresará al día siguiente, el universo  en continua expansión en tiempo indefinido, y así un día, colapsará en su propia grandiosidad. Somos el hombre y la mujer,  indígenas en la propia soledad de cada uno, como todos en este planeta,  caminamos con  pensamientos y sentimientos propios, a veces  acallamos nuestros miedos y culpas. Y aquí, en el andar de nuestro paso por esta tierra hemos concebido al tiempo y lo racionalizamos a nuestro entender; y así nos movemos. Mira a tu alrededor, esta  tierra nuestra, aunque este oscura, podemos valorar la natural riqueza del mundo. El verde es sustancia primigenia que da vida a lo inamovible. Los desiertos compaginan la certeza de lo opuesto, en ellos se glorifica las arenas y un submundo privado de lo verde, pero necesario. El mar y su ingente marea,  atrapa la versatilidad que dio origen a lo que somos, las especies que vivimos hoy en cada rincón de este planeta. Aun cuando no veas, una simple gota de agua  trae los corpúsculos de vida. Esta selva posee  belleza  en sus mamíferos y aves,  insectos y plantas  y por supuesto,  la de nosotros mismos. El viento lleva la esencia del mundo vivo sorteando las fronteras de la naturaleza. Movimiento acompasado de la fuerza de un planeta eternamente girando. Un universo pequeñito que lleva  el aliento a los hombres y bestias, la respiración vital a todo aquello que vive, lo que has exhalado, otros lo respiraran. Se siente en nuestra piel, lo inhalamos y se agita en nuestra sangre dándonos vida. Su presencia es  tan vasta en el tiempo que se vuelve inmemorial— dijo casi secretamente el viejo Antonio. 

— ¡Así que escucha al viento! Oirás, donde quiera que estés, su suave murmullo o su fuerte rugido, levanta brisas y tempestades,  toca a los hombres o hace que se resguarden. Lleva vida y sombra a la vera de nuestro camino. Junto con su amada compañera; el agua, el viento en perpetuo movimiento ha construido lo mismo  arena del desierto,  que el cañón que se encuentra al sur. Es arquitecto y destructor al mismo tiempo, edifica y renueva a cada tiempo, el paisaje se vuelve viejo renaciendo. Lo hemos nombrado  como un dios agitado y rebelde, es Ehécatl y Hurakán en nuestras tierras, o más allá de los mares,  han elegido llamarlo Ayayema o Eolo, pero es el mismo viento cruzando las fronteras;  aliento y borrasca— terminó 

Calló el viejo Antonio, la pipa de Marcos se apagó. En silencio, ambos hombres siguieron escuchando al viento, el manto de la noche los cubrió y  cobijó su sueño. Cuando despuntó el alba, caminarían los pasos siguientes, y su voz, la de cada uno, hablaría de lo que naciese, en su camino por la selva Lacandona.

24 Comentarios a “117- Escucha al viento. Por Adilia”

  1. MOREDA dice:

    MÁS QUE NARRACIÓN ME PARECE UNA CRÓNICA DE NATIONAL GEOGRAPHIC, ESO SÍ MUY BIEN ESCRITA. SUERTE

  2. excesos a la inglesa dice:

    Me parece más un fragmento de un relato que un relato en sí. Es en la tradición de los novelas de auto-ayuda como El Monje Que Vendió Su Ferrari. Las palabras del sabio Antonio son convincentes y las descripciones de la naturaleza excelentes.

  3. adilia dice:

    Gracias por sus amables comentarios

  4. Barba Negra dice:

    Bien escrito.
    Suerte,

  5. lupe dice:

    Paisajes.

    Suerte

  6. Ambrose Bierce dice:

    Podría ser un extracto de una novela de García Márquez o de Vargas Llosa. Buen comienzo. Me gustaría ver de lo que eres capaz sin ese límite de 2000 palabras.

    Suertes miles

  7. adilia dice:

    Muchas gracias por sus amables comentarios,

  8. Papá Noel dice:

    Para Ambroise Bierce: ¿Ha leído usted a García Márquez? De ser así dígame en qué parte de este fragmento aprecia el «Realismo Mágico» que tan bien trabaja el escitor colombiano. No lo veo en ninguna parte. Estoy de acuerdo con
    Excesos a la inglesa:
    «excesos a la inglesa dice:
    15 julio, 2011 a las 15:23
    Me parece más un fragmento de un relato que un relato en sí. Es en la tradición de los novelas de auto-ayuda como El Monje Que Vendió Su Ferrari. Las palabras del sabio Antonio son convincentes y las descripciones de la naturaleza excelentes.»

    • Ambrose Bierce dice:

      Papá Noel: pues sí, no soy un experto en ninguno de ellos, pero he leído tanto a García Márquez como a Vargas Llosa. Y el que ha utilizado el término «Realismo Mágico» ha sido Vd., no yo, así que no entiendo muy bien de qué me acusa. Si ha leído Vd. tanto a ambos autores como parece desprenderse de su comentario, coincidirá conmigo en que el 100% de los textos de ambos autores no se ajustan necesariamente a este género que Vd. parece conocer tan bien (en el sentido expresado, por ejemplo, en la Wikipedia, que es lo que tengo ahora mismo más a mano: «Contenido de elementos mágicos/fantásticos, percibidos por los personajes como parte de la «normalidad».). Simplemente, las descripciones del relato de Adilia me recordaban de lejos algunas descripciones de ciertas obras de ambos autores. No presuponga Vd. tantas cosas, Papá Noel, y recuerde que no es Vd. quien más entiende de «Realismo Mágico», sino precisamente sus principales competidores, los Reyes Magos (Reyes ==> Real ==> Realismo; Magos ==> Mágico)

      Un saludo sarcástico

  9. adilia dice:

    papa Noel

    Muchisimas gracias por su comentario

  10. adilia dice:

    Escribir puede estar mal o bien depende del empeño que se le de. Realismo magico es una forma de escribir del siglo pasado en el que de ninguna manera he incursionado, solo quiero escribir como la dueña que soy de Adilia, no más no menos. Es lo único que puedo hacer. Por eso heme aquí entre los fragores de una guitarra y el tiempo medido de un reloj hacia adelante, el infinito número de segundos trascurre entre los rasgares de cuerda, el que escucho apenas dormido.

    Bienvenida toda critica que sea constructiva para aprender..
    que lo mio que no es autoayuda, solo magia del realismo visto por aquel hombre zapatista Sup Marcos que me cautivo y me llevo a solo ver, de una foto, lo que el miraba en la selva.

  11. adilia dice:

    y disculpen si ven acentos, la prisa come el tiempo.

  12. Ludelux dice:

    ¿Y qué prisa hay?

  13. Salomé dice:

    Hola Adilia, el texto es muy agradable de leer porque tienes una prosa excelente, pero si me preguntaran que me has querido contar no sabría explicarlo bien. No es un cuento,no hay acción ni interacción entre personajes. Podría decir que un señor que caminaba junto a otro por la selva nos habla del viento, poco más. Otra cosa es que lo que habla me interese o no. Quizá no me explico bien,lo que si puedo decirte es que tienes buenas raíces literarias, ánimo y seguro que florecerán muchas hojas y flores de tu pluma.
    Suerte y saludos 🙂

  14. AVAL dice:

    Adilia:
    Te seré muy sincero y totalmente honesto. Tu relato “Escucha al viento” es uno de los más hermosos y bellos que he leído en este certamen y en los años que llevo como asiduo lector. Muchos ciegos piensan que los orígenes de nuestra raza se han perdido; tú con este relato muestras, de una forma muy clara pero sutil, que como auténticos mexicanos estamos VIVOS. Cuando el hombre blanco llegó a la tierra del maravilloso imperio azteca, lo que se preguntaban aquellos habitantes de la imponente y enigmática ciudad de Tenochtitlan, fue: ¿cómo era posible que aquellos hombres a caballo creyeran en un dios que no podían ver? Los elementos naturales, como el viento, fueron y siguen siendo la palabra y lenguaje de lo que nombramos dios. Ellos no miraban con los ojos, no olfateaban con una nariz; su cuerpo completo nunca fue el receptor de todos esos dioses naturales; con su alma y espíritu podían estar constantemente en comunicación con ellos. El viento, la luz del Sol, la brillantez de la luna, el agua y su lluvia, el fuego, las estrellas y todo lo que ahora llamamos naturaleza, por naturales se ganaron su deidad. ¿Recuerdas al Coyote Hambriento, Netzahualcóyotl:
    Amo el canto del cenzontle
    Pájaro de cuatrocientas voces,
    Amo el color del jade
    Y el enervante perfume de las flores,
    Pero más amo a mi hermano: el hombre.

    ¿Escuchas al viento?
    Soy quien no tiene vida, pero tiene la fuerza
    caminamos con pensamientos y sentimientos propios,
    en el andar de nuestro paso por esta tierra hemos concebido al tiempo y lo racionalizamos a nuestro entender;
    El mar y su ingente marea, atrapa la versatilidad que dio origen a lo que somos, las especies que vivimos hoy en cada rincón de este planeta.
    una simple gota de agua trae los corpúsculos de vida.
    El viento lleva la esencia del mundo vivo sorteando las fronteras de la naturaleza.
    Se siente en nuestra piel, lo inhalamos y se agita en nuestra sangre dándonos vida.

    Adilia: Me tomo la libertad de resaltar estas líneas de tu relato, para reafirmar mi convicción de que eres una autentica escritora. Ya lo dijo aquel escritor poeta totalmente desconocido (AVAL):
    El escritor creativo escribe, el escritor gramatical redacta.
    Gracias Adilia por este gran regalo que nos has dado.

  15. adilia dice:

    A todos aquellos que han leido mi texto les agradezco de corazón que lo hayan hecho, sé que no es un cuento, ni relato, solo una conversación que ocurre en algún lugar de la selva Lacandona, como bien expresé en otra participación
    este es uno de mis primeros textos que hice, allá por enero del 2008, y atrevidamente lo meti en este concurso para leer la opinión de que quisiera leerlo, no pretendió más.

    Y muchas gracias

    Adilia

  16. Rafael dice:

    Bueno, a la vista de lo visto y dicho lo dicho en previos comentarios, lanzaré uno más entre dos aguas intentando no ahogarme.
    Leído atentamente el texto, ambos enfoques (el de Aval y el de quienes le anteceden) son compatibles. El quid de la cuestión puede residir en que me parece que hay que conocer la cultura y tradiciones aztecas para atrapar toda su sustancia y mensaje.
    Soy español (no hace falta ser un águila para advertirlo), y puedo decir de este relato que es un texto escrito con un estilo sencillo, sin vericuetos verbales complejos ni globos sonda, y muy buena voluntad (salvando algunos pecadillos veniales de ortografía). Pero ni desglosándolo línea a línea y meditándolo en austero recogimiento sé obtenerle otro argumento que el de una charla entre dos seres humanos de timbrada sensibilidad y, qué suerte, sin nadie cercano que les incordie.
    De donde no hay (de mi mente con su parca información sobre vuestra cultura, quiero decir) no se puede sacar.
    Le agradezco a Aval su recomendación sobre este relato. Es una gloria verlo entusiasmarse. Porque este hombre, cuando se entusiasma, es como un torrente.

  17. coco dice:

    Tengo la sensación que eres un gran escritor…

  18. Kellroy dice:

    Es una prosa brillante y lo que dice el viejo es políticamente correcto, pero ¿quién es el viejo? Un doctor en Geografía e Historia?, ¿un campesino? Si es un campesino, como parece presentar su comentario, un sabio del pueblo, el lenguaje es inapropiado. Los campesinos, europeos al menos, aunque han cultivado durante dos mil años (quizá sin saberlo)por Las Geórgicas de Virgilio, no hablan como Virgilio. Está muy bien pero habría que aclarar si el viejo es un intelectual, o el lenguaje es inapropiado.
    De todas formas es brillante y a mí me gusta.
    Escribe más, me gustará leerlo.

  19. adilia dice:

    Como siempre agradezco de todo corazón el que me quiera leer, esta conversaciòn entre dos hombre. Si alguno de ustedes recuerda al Sup Marcos y sus dialoghos con el viejo Antonio desde las Montañas del suroeste mexicano, màs explicitamente serìa la cultura maya, de ahi tomé un pasaje que me inspiró una fotografia en la selva lacandona y las volutas de la pipa de Marcos. Quien puede decir si hay o no sabiduria, creo que todos la tenemos, ya no digo màs…si quieren leerme vayan a sui radio en el tintero y ahi encontraran una participaciòn mia, pero eso si no digo mi nombre, es referente a Hidalgo…

    Muchas gracias a todos por sus comentarios, me esforzaré màs en saltar algunos dislates y errores ortogràficos

    Desde Mazamitla

    Adilia con mucho gusto

  20. H.K. dice:

    Hola Adilia.
    Ya hace un mes largo había leído tu trabajo, pero, si mal no recuerdo, a esas alturas estaba terminando de preparar el relato con el que participo, y me olvidé de opinar. Bueno, en resumen, coincido con los comentarios de Rafael y un poco con el de Excesos a la Inglesa. Dicho esto, no tendría mucho sentido el estar aquí redactando un comentario más; pero mi intención es recomendarte una novela de fantasía de un joven autor canadiense, R. Scott Bakker, titulada: Príncipe de Nada. En realidad es una trilogía, pero a mí me gustó mucho el volumen 1: EN EL PRINCIPIO FUE LA OSCURIDAD. Te dejo unos fragmentos.
    «Si es sólo después cuando entendemos lo que ha sido antes, entonces no entendemos nada. Así pues, definamos el alma como sigue: lo que precede a todo.»

    «El autor ha observado con frecuencia que, en la génesis de los grandes acontecimientos, los hombres ignoran por lo general lo que sus acciones auguran. Este problema no es, como se podría pensar, consecuencia de la ceguera de los hombres ante las consecuencias de sus acciones. Es más bien el resultado del enloquecido modo en que lo trivial se torna terrible cuando los objetivos de un hombre se topan con los de otro. Los eruditos de los Chapiteles Escarlatas tienen un viejo dicho: «Cuando un hombre persigue una liebre, encuentra una liebre. Pero cuando muchos hombres persiguen una liebre, encuentran un dragón». En la persecución de intereses humanos en disputa, el resultado es siempre desconocido y, con demasiada frecuencia, aterrador.»

    «La diferencia entre el emperador fuerte y el débil es simplemente ésta: el primero hace del mundo su ruedo, mientras que el segundo hace de él su harén.»

    Se me olvidaba: te la recomiendo por el sentido contemplativo, filosófico, de tu trabajo. Un saludo desde…
    P.D: Si quieres, al final del concurso te envío los libros digitales.

  21. Kellroy dice:

    Hola Adilia, te comento de nuevo para pedirte que no tomes a mal mi nota anterior. Solamente me extrañó el lenguaje del anciano. Parece ser de un campesino y los campesinos que yo conozco no hablan así, pero es que yo no conozco a todos los campesinos, y sin duda los habrá cultísimos. Además en mi atolondramiento natural me olvidé de otra cosa, el autor puede poner al campesino que quiera, lo mismo a Alberto Caeiro que a Chomin del Regato. Al fin y al cabo en literatura el relato es un lugar «donde no hay ninguna muralla, y sí saber»
    Escribes muy bien y te seguiré leyendo en todo lo que pueda.
    Gracias M.I.G.R., Adilia o como quieras que sea tu seudónimo.

  22. adilia dice:

    Mi estimado HK

    Si me interesaria leer los libros que me has propuesto. Tengo correo anónimo…miranda3000@live.com.mx…nube clara.
    Muchas gracias por tu interes

    Adilia

  23. adilia dice:

    Mi estimado Kellroy

    Muchas gracias, me estimula saber que alguien le agrada mi esfuerzo en esta lid que es demasiado díficil

    Gracias

    Adilia

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