130- la conversación. Por Nerea Pérez
- 12 julio, 2011 -
- Relatos -
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Después de hablar me sentí hambriento. Era inimaginable la gran cantidad de palabras que habían salido de mis labios, no podía calcularlas. Sentía que había estado hablando durante horas, quizás días o incluso semanas. La conversación, sí se le podía llamar de esa manera, empezó en un tono apagado para ir subiendo, poco a poco, hacia arriba, hasta que alcanzó el clímax y se tornó decadente, triste, monótona. Como en una montaña rusa. Empiezas despacio, con miedo, vas subiendo muy lentamente por las estrechas vías al mismo tiempo que tu corazón va acelerando el pulso y la adrenalina comienza a condensarse, sigues subiendo cada vez más deprisa hasta que alcanzas un punto de inflexión en el cual tu corazón enmudece, la adrenalina se dispara anegando todos tus sentidos y caes, todo se desborda y, finalmente, se apaga. Así fue mi conversación. No recuerdo ni siquiera de que hablamos, tal vez, del tiempo o de su familia o del gobierno. No importa, ahora solamente me siento hambriento y me he cansado de hablar con esta pared.
Curioso microrelato.
Suerte!
Buenísimo, excepo la redundancia de subir hacia arriba(«para ir subiendo, poco a poco, hacia arriba») Me gustó mucho. Me encantó el final de sorpresa.
No sé si éste es el certamen adecuado para un texto así.
Microrrelato afanosamente escrito al servicio de un final-sorpresa. Un final que no se sabe cómo será… pero sí que uno se barrunta al poco de empezar a leer que, seguro, será con sorpresa.
Suerte.
¿Por qué no puede ser adecuado este certamen para un texto de menos de 2000 palabras? ¿Qué tipo de certamen sería el adecuado?
Suerte
Buen micro. A excepción de lo que ya te señaló La Pulga. Te dejo uno de mis preferidos:
«La mujer que amé se ha convertido en un fantasma. Yo soy el lugar de sus apariciones»
Juan José Arreola
Y este juego que encontré por ahí:
AUTOBIOGRAFÍA
Yo
H.K.
Me sorprende y agrada que menciones a mi maestro y casi mi tío Juan José Arreola. Ese amor que él menciona, fue con la hermana mayor de mi madre. Eso ocurrió en su juventud en Ciudad Guzmán o Zapotlàn el Grande. Él mismo me lo contó (como también mi tía) en uno de sus talleres literarios al que tuve el gusto de asistir, allá por los ochentas. Un afectuoso saludo para ti H.K.
La Pulga, Jara Maga, H.K., gracias por vuestros comentarios.
Querría explicaros, aunque no me gusta explicar lo que he querido decir y ni despedazar relatos pues se pierde la magia, pero esta vez haré una excepción: tenéis razón en la redundancia que señala La Pulga, está pensada para hacer ese pedazo de texto más lento, para incidir en esa subida. No sé si me explico o si he usado ese «recurso» acertadamente, pero es como yo lo he hecho.
Gracias de nuevo
Suerte a todos
Nerea,
al referirme a un concurso adecuado quise decir que por su extensión, corta, y por su certera estructura (eso no lo manifesté explícitamente, pero el noventa por ciento de los microrrelatos acaban con un giro inesperado, como el tuyo), es una pena que no se aproveche en un certamen específico de micros.
Aquí cabe de todo, y muchos textos rondan el límite de esas dos mil palabras.
En ningún momento mi comentario tuvo un trasfondo negativo. Ni mucho menos; no va con mi carácter y antes prefiero callarme. Créeme.
No lo tomé con un trasfondo negativo, pero no entendía muy bien la razón.
Ahora ya lo sé, gracias por explicarmelo.
Suerte
Rafael:
Eres un Señor en todo el sentido de la palabra y me quito el sombrero en señal de respeto ante ti. Ojala y hubiera más participantes en este certamen, que con ese Don de respeto hicieran sus comentarios. Te felicito y desde el otro lado del mundo te mando un abrazo.
MUY BIEN ESCRITO TU MICRORELATO, YA EXPLICASTEEL POR QUÉ DE LAS PARTES REITERATIVAS. LO QUE SI TE DIGO ES QUE LO QUE MENOS DESEARÍA EN LA VIDA, ES SER ESA PARED, NO SOPORTO A LA GENTE QUE HABLA EN DEMASÍA. SUERTE
Muy buen micro. Excelente factura. Mis felicitaciones al/la autor/a.
Me gusta tu relato Nerea. Sorprende y hace sonreir.
Y me gusta también el de Juan José Arreola. (No sabía nada de él. Lo buscaré…).
Suerte, Nerea
Moreda, Gerardo y Malanda, muchísimas gracias por vuestros comentarios, me alegran el día.
Un beso enorme.
P.D.A. Rafael, me quito el sombrero ante usted.
Un relato entretenido.
Un saludo.
A mi me ha gustado. En realidad todo final es más o menos sorprendente, más o menos síntesis, más o menos forzado…
Y tú lo has logrado en muy pocas palabras.
Suerte
Nada mejor para alguien a quien le gusta abusar de la verborrea que enfrentarse a un interlocutor sordo y mudo. Así no hay réplica posible. Buen microrrelato, con un final inesperado. Al menos yo no lo esperaba, y el final me ha sorprendido como un latigazo. ¡Buen efecto!
Suerte
Muchas gracias a todos. Vuestros comentarios son muy alentadores. Me alegra que os guste y que os sorprenda el final.
Un saludo
Suerte a todos!
La verdad Nerea, no sé que decirte porque el mundo del microrrelato es tan ambiguo que un “micro” puede ser bueno y malo a la vez. Además ya te han dicho casi todo. Parece que lo que más ha gustado es el final que nadie esperaba. Así que ahora yo no voy a ser el más listo de la clase y decir que ya lo esperaba.
Yo me había quedado atrapado en la penúltima frase: “No recuerdo ni siquiera de que hablamos, tal vez, del tiempo o de su familia o del gobierno”. (por cierto, a mi juicio, le sobra la coma después de “tal vez”). Pensaba que el final, siempre imprevisto en un microrrelato, iría por ahí, por lo mucho que hablamos sin saber lo que decimos, sin escuchar y, demasiadas veces, sin que nos interese nada de lo que se habla (Creo que este tema hubiera dado mucho juego en un relato algo más largo). Así que el final, para mí, fue doblemente imprevisto.
Suerte Nerea
A mí me pasa mucho esto, creo. Bueno, y a casi todos. Es tan difícil encontrar un interlocutor medianamente interesado en lo que se dice, que a veces dan ganas de llamar por teléfono a uno de esos artilugios que te contestan: «Si quiere un contrato pulse el 1. Si quiera reclamar pulse el 2». Ellos ponen más interés en lo que dices, que muchas personas con las que hablamos a diario.
Tu relato me ha hecho pensar, y cuidado que me cuesta pensar.
Te felicito por el relato.
Escribir microrelatos me parece algo dificilísimo… así que mis felicitaciones por ello. Me ha gustado, Nerea. Me ha sorprendido el final y me ha encantado la «montaña rusa». La última frase me hubiera impactado más sin la «y», sustituyéndola por una coma: No importa, ahora solamente me siento hambriento, me he cansado de hablar con esta pared.
suerte!