156- Despertar y esperar a la noche. Por Avatares
- 14 julio, 2011 -
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Estoy sentado frente a la ventana, son las ocho de la mañana, los albores del día comienzan a desplazar una noche fría que amenazaba quedarse más tiempo.
Entro en mi correo electrónico y veo dos correos recibidos de mi amiga Mariam: mis anheladas “Alcachofas a la Romana” y otro, al que yo llamo “personajes famosos caracterizados de payaso, para llevarle a Antonio frases célebres”. Reflexiono sobre algunas de ellas y son exquisitas. ¿Sabes?, siempre ha habido personas sensibles que han sabido aglutinar en unas pocas palabras sensibilidad y sabiduría; ¿qué hubiera sido del mundo sin estos personajes?
Vuelvo a mirar la ventana y observo unas nubes cruzar rápidas por el cielo “azul”, parecen hilos trenzados, voluptuosas y frágiles; ¡¡espera!! de fondo oigo unos trinos, parece que quisieran acompañar con su melodía el incierto viaje de las nubes. Me transmiten paz, sosiego, recuerdos de mi niñez y sobre todo la esperanza de que mis mejores deseos y sentimientos viajen con su sonido a vosotros.
¡¡Nubes, nubes, nubes!!… Todos hemos soñado de niños con tocarlas, flotar sobre ellas… en fin ¡cuántos sueños!, pero la vida tiene una mala costumbre, “romper los sueños inocentes de los niños con oscuras y ásperas realidades al hacerlos adultos”. ¿Imaginas una nube en la que pudieras subir y viajar a cualquier lugar?… ¿qué destino escogerías?… cualquiera, todos son válidos, siempre que tuvieras ilusión.
Al principio sentirías miedo, pero cuando la seguridad y tranquilidad afloraran en ti te sentirías segura, con esa seguridad que permitiría que disfrutaras de tu viaje. El aire rozaría tu cuerpo, tu melena deshilachada cual nubes bailando al viento, tus sentidos percibirían cada sensación del entorno y tu mente se purificaría con tanta belleza como contemplarías…. Si cierras ahora mismo los ojos se que puedes imaginarlo, Tú si, por que eres un ser puro, todo bondad y generosidad humana. Cierra los ojos y disfruta.
La mañana empieza a deteriorarse y me comienza a inundar con nubes más oscuras, que parecen decir que lo bonito, amado, deseado y soñado es efímero. Pero entre tanta oscuridad veo una luz, es pequeña, tenue, como un “detalle” entre tanta maldad…. ¡espera!, la pequeña luz comienza a conquistar las sombras, ¿sabes cómo se llama la luz?, si, es la “Esperanza”, ese sentimiento que hace que nuestras vidas cobren un nuevo significado, ese sentimiento que nos permite soñar y que impulsa el deseo de superación a nuestros corazones.
Veo que esa pequeña y tenue luz va haciéndose mayor y va conquistado el infinito cielo, vuelvo a oír de nuevos los trinos, parece como si animaran a la “Esperanza” en su conquista particular, la apoyan, le insuflan ánimos, la jalean, ¡¡Que espectáculo!! cuanto lamento que no lo puedas disfrutar,…. ¡Espera tengo una idea!, vuelve a cerrar los ojos e imagínatelo, se que puedes.
La “Esperanza”… No la pierdas nunca, agárrate a ella como si fuera el único soporte que hubiera en tu mundo, ella te llevará en volandas, te permitirá ver un nuevo futuro, te ayudará a soñar, a alcanzar lo que anhelas; pero a veces es una incomprendida, cuando pasa a nuestro lado y no la tenemos en cuenta. Es como cuando el perro se acerca a tu pierna mostrándote su cariño y no reparamos en él, sino todo lo contrario lo espantamos con un grito o un movimiento agresivo de nuestra pierna y huye de nosotros. Pero tú no hagas eso, cuando la “Esperanza” roce tu pierna, devuélvele el cariño, acaríciala, muéstrale tanto amor como tienes, ámala y mírala fijamente a la cara para que tus ojos le transmitan tus inquietudes y anhelos.
Ella te va a entender, no te quepa la menor duda, sosegará tus zozobras, te llenará de ilusión y te hará volver a creer en todo de nuevo, es como la inocencia de un niño, pura y sin maldad, se quedará contigo y hará tu camino más seguro, sin vacilaciones, sabiendo que todo en la vida se reconquista a pesar de creer que hemos perdido, ¡pero no debes olvidar una cosa! “Es de todos”, por ese motivo debes soltarla, permitir que vuele hacia otros que también la necesitan y a los que no solo hará felices como a ti, sino que les llevara parte de lo que tú has depositado en ella.
Son las nueve y media y no he tenido la sensación del paso del tiempo, ha sido tremendo ha pasado sin dejar huella, elástico, discreto, el tiempo a veces es así, cuando estás soñando no tiene valor, por eso deberíamos soñar más.
La mañana transcurre despacio, pero la tarde hace acto de presencia fiel a su cita. Tras dejarnos su impronta, cede su espacio a la noche.
¿Sabes que la noche también tiene su encanto?, es cierto. El día es todo luz, trinos de pájaros, alegría, gente paseando…
Pero yo quiero darte una visión de la noche que es muy sugerente. Cuando llega la noche, comienzan las cosas más bonitas… es el momento del descanso, de dejar ese frenesí vivido durante el día, en ese momento somos más reflexivos, dejamos a nuestro cuerpo y mente en pausa o ralentizado y ese es el momento en que dejamos aflorar pasiones y sentimientos.
¿Sabes que las más bellas historias de amor se gestan en la noche? Es cierto, ya que la pasión, el deseo por el otro y la tranquilidad afloran con más fuerza tras el devenir de un día frenético.
Esa chispa solo necesita de una mirada, siempre que se sepa leer en los ojos del otro. En esa mirada puede haber cariño, carga emocional, deseo incontrolado, pasión, ansiedad… pero lo más importante es predisposición a la entrega, esa entrega sin prisas, saboreando cada segundo de la misma, llenándote de tanto amor que acabes por rebosar e inundándote de él hasta las trancas. Si Amiga, eso es amor, sentir que estás lleno y pleno, pero siempre con lentitud y exquisitez, saboreando cada gesto, cada mirada, cada susurro, cada jadeo, cada roce en la piel, cada beso, hasta llegar a convulsionarte con todo ello a la vez y explotar, si explotar en una sucesión de sensaciones indescriptibles, quedando por último en un estado de éxtasis y relajación total que deja una dulce y cálida sonrisa en la boca.
Pero no solo el amor hace sugerente a la noche, ¿has paseado alguna vez, sola o acompañada, por una calle desierta? Yo si lo he hecho y ese paseo es indescriptible. El aire es puro, limpio de contaminantes del día, fresco sin llegar a frío, te acaricia sin que nada lo impida, es como si bailara a tu alrededor acompañándote en tu paseo.
Tu paso es lento, no tiene prisa, hay que saborear el paseo, cada paso es como si lo dieras sin esfuerzo, dejándote llevar, incluso hay momentos en que sientes liviano, que no estás anclado al suelo, eso es lo mejor de pasear, sentir que flotas y que tu cuerpo es el que dirige ese paseo.
Tú mirada recupera la claridad que en el día pierde, ¿sabes por qué? Porque en la noche le ayuda el corazón, que está tranquilo y es curioso; claro, tienes que satisfacer su curiosidad. Pero todo lo que miras lo ves de forma diferente a lo que el día te muestra, porque de noche es cuando realmente percibes lo que ves.
Sigues caminando y te das cuenta que has salido de la ciudad, y cuando estás a punto de volver sobre tus pasos, algo atrae tu atención. Es la Luna, ¡qué mala! no te deja irte, ya que ha aparecido muy seductora y ha llamado tu atención, la miras y reconoces que es un espectáculo, esta noche se ha puesto un vestido plateado, le sienta de maravilla, ¡que bella está¡
En ese momento observas que su vestido proyecta una luz plateada que te permite distinguir lo que te rodea, pero donde te impacta el reflejo de su luz, es en el riachuelo que pasa junto a ti, resplandece de una forma increíble, casi parece blanco como la más pura nieve. Te quedas absorta contemplando el espectáculo, tu corazón está llenándose de tanto como está viviendo esta noche. Te sientas en el suelo y sueñas. Soñar, que palabra más bella y a la vez más misteriosa, pero si cierras los ojos con fuerza, puedes hacer que tu cerebro sea un frenético carrusel de imágenes, deseos e ilusiones.
¿Sabes que hay gente que es ciega del corazón? Es cierto y lamentable. Esa gente nunca podrá decir que vivió, solo que estuvo y pasó por este mundo sin pena ni gloria. Es la gente que solo piensa en “tener, poseer, ostentar…” gente que nunca entenderá que lo más bello de esta vida es GRATIS “amar, soñar, ser amigo, querer…”
¡QUE BONITO MUNDO!¿EN DÓNDE QUEDA? SEGURAMENTE ES UN LUGAR EN QUE ALGUIEN COMO TÚ NO TRABAJA, NO SE ESFUERZA, NO TIENE A QUIÉN SERVIR, NO TIENE NADA QUE HACER MAS QUE CONTEMPLAR EL SOL, LA LUNA Y LAS ESTRELLAS, OIR EL CANTO DE LOS PÁJAROS Y DE LOS RIACHUELOS. BIEN ESCRITO, SI ES TU PRIMER TRABAJO, AHÍ LA LLEVAS, PERO…
Suerte
Un saludo y mucha suerte en el certamen.
Avatares:
Tú mism@ lo has dicho: «siempre ha habido personas sensibles que han sabido aglutinar en unas pocas palabras sensibilidad y sabiduría». Creo que te puedes contar entre ellas.
Precioso relato. Mucha suerte
Me quedo con lo de que cualquier destino es válido si se va hacia él con ilusión… 🙂
un relato muy lindo, y sí… era como escuchar una voz mientras tus ojos están cerrados, invitándote a sentir.
suerte!
Un cuento ilusionante y animoso, en un Mundo convertido en una selva apocalíptica. Si es verdad que el cincuenta por ciento de lo que se escribe es autobiográfico, tienes que estar sobrado de amigos.
Me resulta curioso, por que haces mención a la “Esperanza”. Hace solo unos minutos he leído un relato (La realidad) donde también el protagonista alude a la esperanza (ya ves que esta la pongo con minúsculas). Solo que éste mantiene la esperanza de que al día siguiente tendrá coj… para cargarse al tipo que le ha dejado en la calle después de veinte años de servicio. Ya ves, una misma palabra, y tan diferente relevancia.
Te voy a ser sincero amigo Avatares: no se cual de las dos “esperanzas” es más necesaria para sobrevivir. Aunque ahora que lo pienso, quizá las dos, aunque bien orquestadas.
Suerte