43- Eternidad y reloj roto. Por Sua

A una hora donde los ojos no avistaban el rocío
que deja tras de sí la noche,


salté de la cama, bajé corriendo las escaleras,
y llegué a aquella plaza donde le buscaba con impaciencia,
que apareciera por alguna de las calles estrechas y mojadas….
Mientras, la luna entera brillaba…. alta, espléndida, y solitaria
Las horas pasaban y mi mirada había recorrido cada centímetro de la plaza,
había visto cada hoja de cada árbol moverse con la suave brisa,
aquellas casas viejas, iluminadas con luz artificial,
el sonido de aquellas personas tan ajenas hoy….
Mi cuerpo latía, mi ser acechaba, burlando seres que no alimentaban mi soledad…
sólo el pensamiento de él…
calmaba por instantes mi guerra….
Inesperadamente, aquella plaza melodiosa
escondió la Luna,
sí, no me había dado cuenta
pero ya no estaba,
no sabia cuando tiempo había pasado…
De repente algo cambió en el lugar,
llegaron aquellos
que nunca pensé que se atrevieran a mirarme…
puesto que mis ojos se guardaron demasiado tiempo
de mostrar su único, propio y exquisito volumen,
ellos estaban aquí, sólo la ausencia de él yo percibía,
era la hora, de enfrentarme con ellos…
aparecieron vestidos de pana y mirada amable,
vociferaban complejos, aplaudían monedas…
mi respuesta no fue la que esperaban,
así pues llamaron a los refuerzos…
y en pocos minutos, me vi rodeada por ellos, policías, médicos,
y aquellos seres que creí por tantos años amigos,
bebían vino, y mezclaban bohemia con nostalgia,
y no vieron el enemigo, hicieron círculo con él
, estaba rodeada, ni los majestuosos árboles
me servirían un poco de su resina, y ya la luna lejos…
empezó una danza, la danza de la muerte….
No sé el tiempo que pasó, tal vez años,
las noches de siglos enteros….
Algo introdujeron por mi nariz,
y cuando me dieron por atada y rendida
se despertó de nuevo la fuerza,
mas eran demasiados, y nada sabían de la luna ,
la brisa que hace el amor, con los árboles,
ni de la lucha eterna por la libertad, y menos aun,
sabrían ellos lo que es el Amor, y la incansable espera.

Me desperté atada a una cama….
Y en el manicomio tuve que acabar…
allí aprendí a bailar y recuperé la risa,….
Pasaron días y noches…
y no consiguieron nada de mí…
así volví a la calle, a mi plaza,
y ahora, se que los enemigos,
no son nunca lo suficientemente poderosos,
y sé también que él me esperaba,
que estaba allí conmigo, que nunca dejó de estarlo…
y que la incansable espera es ya con esperanza…
sólo queda volar con la luna y el viento, y esquivar cárceles y ruidos..
. Pues él es horizonte y el canto de las sirenas
no será nunca lo bastante, como para alejarme de él..

3 comentarios

  1. Hay una sugerencia de Luz Fugaz para dar respuesta a las votaciones masivas que se están produciendo en algunos poemas, de amigos y demás y que no se basan en la calidad del poema. La idea es que entre todos los que aquí hemos insertado poemas nos leamos, nos votemos y nos comentemos. Quizas de esta manera podamos contrarrestar semejante atropello al buen gusto y a la calidad poética.
    Después pasaré a comentarte y a votarte.
    Mi poema es el 195 GUERRA, y recibiría cualquier crítica (en el sentido que sea) con agradecimiento.
    Un saludo

  2. Intenta la novela… hay pasta.
    Va mi voto.
    Visitame en el #22.

  3. Sí, coincido con Axelonius, como relato breve no está mal, pero no encuentro el punto poético, ni siquiera como prosa poética (discutible).
    Te voto con un 1 por el esfuerzo de escribirlo, pero no lo encuentro adecuado para un certámen de poesía.

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