125- Súplica. Por Lento
Llegué a creerme quien tú me suponías, me entusiasmó tu entusiasmo,
Llegué a creerme quien tú me suponías, me entusiasmó tu entusiasmo,
Me das tu adiós quinceañero. Y te liberas, y me desatas, y te marchas,
Sacarle punta al lápiz, oler el libro nuevo,
Sin mapas ni brújulas, llena de soledades sinuosas,
Los poemas son: trozos
Todo sigue igual que siempre, sigo sin controlar mi vida,
Sosteniendo la luna entre los dedos, con esperanza, y atravesar la ventana del tálamo de holganza,
Claridad del pincel atraviesa el lienzo y trepa por un muro que boquea de sirenas.
Azul. Sé que ese es el color del paraíso.
Y no se te hace tarde. Sobre las dos y media te aseguro Que no me has despertado. Luis García Montero Me encantó que los borrachos Desviaran sus miradas del fútbol
Es evidente que ya, sin reclamos ni prórrogas
Ayer, jugaba en mi cuarto con una mariposa de alambre,
Que no, que no les gustó eso de las tristes putas Creen que su inspiración fue una modelo parisina,
Mujer, se un objeto para mí y te amaré como a nadie he amado.
Sólo en balcón se escuchan las risas ahogadas que llegan del cuarto contiguo. La de ella acercándose por detrás,