Reverbero en este pálido moverme de pies juntillas
que forma las cruces de las sonrisas,
la mutación de los quebrantos,
el aliciente de los desquicios.
La llama coronada de mis anhelos
revierte la lenta proliferación de los abrazos,
o ese incesante batir de manos que me envuelve.
El sudor de las exhalaciones
intrépidamente enlaza la conciencia
–falso entramado de siempre falsas palabras–,
y extiende un fétido aliento de manos cansadas
la voluntad que ya no pretende alcanzar nada.
Un salto y luego otro,
el temblor de los ahogos ante malos pasos,
las voces que cuestionan, hielan y fragmentan;
cadenas que se llaman músculos y huesos,
mientras los estertores de libertad son olvidados
al entrar en el aire carrasposo de lo único posible.
El mutable vericueto de las horas en silencio
se ha hecho el camino de las voces que comandan,
de las manos que se baten como tras un golpe,
de los pies que nunca se desgastan contra el suelo.
Mi garganta corroída de tanto andar,
las alas desplumadas se repliegan
desde el día en que me hicieron tropezar,
abandonar el todo desatado,
para empezar a ser estos pies que andan
y estas piernas que ya no hablan.
Demasiado rimbombante para no comunicar nada.
Me gusta cómo has trastocado las imágenes que tienen que ver con el movimiento para asignarles nueva vida. ¡Suerte en el concurso!
No me cabe duda que este poema figurará entre los escogidos.
Felicitacions y suerte.
Un brazo cristlino
Me cuesta seguirte… algún verso me atrapa, pero en general me pierdo y me resulta largo. Suerte.
Me resulta «pesado» de leer, como dicen en mi casa: «Entre col y col, lechuga» y me temo que tu lo has olvidado, sin embargo la idea y las imágenes me parecen buenas aunque excesivas en número. Espero que eso te ayude a mejorar.
Firmado: «La hortelana», perdón, «Homeostasis»
Muy barroco, muy recargado, pero me gustan las últimas palabras y muchas «uniones» en el poema. ¡Mucha suerte!
He leído repetidamente tu poema con mucha atención, y encuentro algunos problemas, que no son tales sino cuestión de gustos míos personales: Hay un exceso de adjetivos innecesarios que oscurecen el sentido del poema. En muchas ocasiones la relación con el sustantivo está muy forzada (por no decir sencillamente que carece de sentido) sin que aporte significado especial ni contenido poético, más allá de cierta grandilocuencia vana.
Hay una gran reiteración de artículos determinados (la, los) más allá de lo imprescindible.
Carece de sentido métrico y rítmico y tal vez, es excesivamente largo, lo que nos lleva a perder el sentido final de lo que se pretende expresar.
Pero como decía al principio, es cuestión de gustos personales, pues prefiero una poesía con sentido económico donde se suprima todo lo irrelevante, y donde los «hallazgos» semánticos aporten novedades (¡por dios! ese «fétido aliento» tan manido, entre otros ejemplos posibles). Todo esto no tendría (y probablemente no la tiene) ninguna importancia si una vez terminado de leer nos dejara un poso de emoción, sentimiento….lo que sea, pero algo. A mí me ha dejado exahusto y con el convencimiento de que el autor/a podría hacer poesía mucho mejor si abandonara ese gusto por lo verborreíco y ampuloso.
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En fin, que te deseo suerte en el concurso y también te propongo que no te tomes a mal este comentario que no tiene ningún otro valor que ser una opinión personal sin pretensión de sentar cátedra.
Te voto con un 2 y te invito a visitar mi poema (el 139) para que allí dejes tu opinión sin ninguna cortapisa ni temor a ofender. Simplemente di lo que piensas de él.
Un saludo.
le haces un altar al movimiento. suerte y te doy un 4. Pasa a leer mi poema es el nº 30. Saludos.