Sobre la arena mojada
desnudos tus pies se encuentran
con la sombra de la espuma
que con tus huellas se enfrentan.
En tus ojos cristalinos
cálidas lágrimas nacen
impregnadas de silencio
que por las olas se esparcen.
Acurrucada en los brazos
de salitre de la luna
acaricia el mar tu pelo
de tristeza y amargura.
Ayer sembraste tu piel
con flores de las más blancas
y hoy recoges en ella
las últimas hojas malvas.