Cuando el Sol salga de su órbita
y la Tierra se encuentre colmada de frío,
estaré a tu lado, para llenarte de calor.
Miro al cielo preocupado,
y las aves que cruzan el espacio, me hacen ver que aun vivo.
Los sismos en el mundo entero, se aproximan a su destino,
ver por ahora a los compañeros de Haití,
que corren como ofuscados.
No soy digno de seguir viviendo entre otros,
gente, que si tiene a quien proteger;
señoras que alimentan a las futuras generaciones
niños – ciudadanos,
que ayudarán al origen de las emprendedoras naciones.
Seamos nosotros quienes dejemos alimentos a comer
y nazca un Mundo Nuevo de oportunidades
para los que ahora son hijos.
La Fuerza de nuestro origen
nos envía a este mundo por una razón,
ya en el mundo nos encontramos por diferentes senderos;
pero, la cualidad del Ser,
es buscar atenuar el frío con el calor,
y así, abrigar el interior de nuestros compañeros.
Existe una idea que ronda en Mí, por mucho tiempo atrás,
me parece que no soy un escogido,
pero, soy parte de este mundo;
no soy un santo, ni tampoco un perdido.
Pasan los años, y sigue esa idea más fuerte que el hierro,
y Yo, ya no resisto.