Sigo con mis deberes
Inquieta, impulsiva;
Mis quehaceres de todo el día.
Y tú, Monalisa, me miras.
En una esquina, de pie.
En un sofá, sentada.
Corro el salón de lado a lado.
Y tú, Monalisa, me sigues con la mirada.
A veces, de reojo, te miro con cuidado
Para ver si estás mirando
O si sólo estás ahí, parada.
Pero siempre, Monalisa, me tienes vigilada.
¿Qué significan tus ojos, tu sonrisa inexacta?
¿Qué misterio insondable Da Vinci nos declaraba?
¿Eres tú mujer humana ó eres enigma divino, pintado sonriendo,
Con mirada eterna vigilando nuestros actos?