De vez en cuando, prueba y mira a arriba,
alocadamente toca sus restos:
“Objetos que cursan celestes gestos
que ayer el tiempo apartó en la deriva.”
Camino de vuelta, el héroe se ha ido.
Huía ansioso, ligero ante la evidencia,
de aquella necia y descortés presencia:
“El genio del amor dado al olvido.”
Ornamento al fin triste de la acera.
Sin amigas, cuitas. Sin nadie al lado.
Sufre. Teme. Le duele. Desespera.
…Un tanto así, antes de que recayera,
aspiró, aún a los favores, rodeado
del placer de no ser, él, el rechazado.