Venga Señora y ámeme
entrégueme lo mejor de Ud.
que estoy hecho de puras ganas para satisfacerla
llenarle la vida de gritos de arco iris.
Estoy en capacidad de hacerle florecer la sangre
que mane de su cuerpo olor a mandarina
Venga señora que le espero cabalgando sobre la impaciencia
armado hasta los dientes con metrallas de encantos
con ejércitos atrincherados para sitiarle sus delicias
para hacer de su existencia un manantial de exquisiteces
venga
abrevie el instante de la entrega
aligere el vuelo hacia el delirio
déjeme darle la boletería hacia la utopía
y clavarle en su cuerpo cada una de las 7 letras de mi nombre
licéncieme para tatuarle el recuerdo con verdor de follaje joven
Venga y empapéleme los huesos con su presencia
invada mi sangre
desbaráteme la vida y reconstrúyala a sus medidas y a su gusto
salpíqueme con su verdad
escriba el guión de mis actos con su puño y letra
que no haya equívocos ni errores al momento de escribir la historia
Conduzca sus pasos
que todos los caminos la lleven al final del túnel
donde estará la luz de mis ojos guiándola
hacia una estadía en el paraíso con todos los gastos pagos
Deje que el estallido de la sangre sea la brújula que marque el sendero del encuentro
atice esta brasa que quema por dentro
azuce sus encantos y erradique de una vez por todas esta necesidad impostergable
que ya se ha hecho mayor de edad
Arrase con esta urgencia crónica de su presencia.