¡Oh, pobre vida!,
que un día soñaste con primavera en el invierno,
donde la bruma del mar destilara
el perfume cándido de una bergamota;
sentimientos limpios de vanidad
alzando vuelo sin fronteras
en crepúsculos ebrios
ausentes de memorias.
!Oh, pobre vida!,
que un día soñaste divorciarte de placeres
febriles que embriagaran mi existencia
para correr al lado núbil del amor,
donde sus fértiles pasiones hiciesen estallar
botón de rosa, lágrimas de abril
y esparcir sensaciones plácidas de absolución.
! Oh, pobre vida!,
que un día soñaste en centella poesía,
navegar sobre el alba a la orilla de luceros,
deshojando estrellas sobre luna llena,
cantar tan dulce como el fino cardenal.
!Oh, pobre vida!,
que un día soñaste escapar en desidia nostálgica
de tierra estéril a pasiones!
Pablo Mistral, de mi parte se deja leer, no sé lo que dirá Pablo, luego se lo mostramos.
El Ingeniero
Lo encuentro carente de emoción. ¿Dónde se abre la exclamación que se cierra en el último verso? Un saludo y suerte.
No es mi día para este poema. Tal vez vuelva por él más tarde. No encuentro problemas estructurales o de estilo que justifiquen mi apatía así es voy a tomarla como un asunto de frecuencias. Perdón por este comentario. No es malo lo que has escrito, simplemente no me ha llegado. Suerte de todos modos en el concurso.
Aunque no es ni Pablo Neruda ni Gabriela Mistral, el autor logra comunicar bien sus emociones, las cuales no se sienten forzadas.