Cuando despertó a la vida
estaba tumbado sobre la recamara.
Abrió los ojos mientras sus parpados
se mantenían cerrados.
Era como si sostuviera miles de kilogramos con ellos;
Las falanges que forman sus manos
por fin pudieron palpar y
sentir aquella emoción,
cuando la razón floreció dentro de su ser.
Alocadamente buscó una hoja en blanco en la que pudiera
anotar tal realización.
Luego de buscar entre los escombros, papeles semiutilizados
y cuadernos de notas. Por fin halló este cuaderno en blanco,
que se convertirá en el libro de su vida.
Guacha*, hay que trabajar.
El Ingeniero
(*Me gusta mucho tu seudónimo).
Pobre.
Sigue rellenando hojas en este libro de vida que has comenzado, queda mucho recorrido por hacer. Un saludo y suerte.
Gracias
Un poema reflexivo, romàntico. Recuerde que no todos tenemos el mismo grado de sencibilidad, y al momento de leerlos es bàsico darle la entonaciòn adecuada, a mi me ha gustado. Suerte en el concurso.
Una suerte de microrrelato. Me he enredado en la palabra «parpados» sin acento. Otra vez me da la impresión de que la idea es buena y podría haberse madurado un poco más. Valoro sin embargo la originalidad de la temática. Suerte en el certamen.
Sí, a mi también me ha parecido que el texto se ha quedado corto. Gracias por el comentario eh.
«sentir aquella emoción,»
Éso es lo que me faltó al leer este escrito.