Estoy enamorado de una mujer
Pero en realidad ella no existe,
Como no existieron las largas noches
En las que recorría mi espalda con
Su dedo trazando dibujos y señales,
En las que de su alma me empapaba
Y el amanecer nos sorprendía a ambos
Riendo y llorando como idiotas
Cuyo destino es como una esfera rota
De un reloj que jamás marcó las horas.
Y me escondo detrás de los árboles
Para escaparme de esos silencios,
Mas me encuentran, verdugos fatales,
Y ella, ella me mira como una Medea
Esculpida a base de sangre y dolor,
Me insulta con su mirada lunática,
Me golpea con su sonrisa apabullante,
Sabiendo que volveré la noche siguiente,
Y la otra…
Y la otra…
Y la…
Y…
… los campos van cambiando de color,
Tiñéndose de un rojo bufón y grotesco
Como si supieran ellos de mi dolor,
Como si se burlasen de mi descontento,
Porque estoy enamorado de una mujer
Y en realidad es una sombra que no existe.