Deshilas los mantos de mis ansias,
brotas vanidosa y ardes en mi mirada;
tu nombre se esconde entre las comisuras de mis labios,
y tus muslos vibran en mis deseos vírgenes.
Presume tu cabellera, diosa hermosa,
envenena mis sueños tímidos,
ahoga mi impotencia y doma mi angustia,
con el sol y el mar de tu mirada.
Mis sueños demandan explorarte,
mis manos silencian los apetitos,
en la oscuridad de mis amaneceres,
ausente de tus sabores.
Me imagino cazador,
de tus delirios y tus arrebatos,
de tus arranques y pasiones,
de tus encantos y traiciones.
Me imagino explorador,
de tus montes y tus dunas,
de tus selvas y tu follaje,
de tus volcanes y cordilleras.
Diosa de arena, diosa de mar.
clavaré mis anhelos en tu orilla;
bañaré de espuma tu calor,
lo haré todo, todo amor.
Diosa desierta, diosa de sal,
fugaz te escurres y te secas;
cuando otras huellas tocan tu orilla,
y mi sol se apaga en tu mar…