Esta era una costumbre,
Que había empezado una vez
Y se había acostumbrado
A levantarse a las seis
A tomar el autobús
A beber café a las diez
Y a dormir a su costado.
Sin saber cómo, ocurrió
Terminó la obligación
De levantarse a las seis
De llegar a fin de mes
De alcanzar el autobús
Su tolerancia al café
Y una mañana a su lado
Tampoco despertó él.
Era otoño y aún abril
Era el jueves señalado
De esa semana tan triste
De rojo en el calendario
Entonces no pudo ser
Y aunque ella sigue durando
Todo ha perdido el sentido
También ella, que esta vez
Sin saber como es que fue
Sin costado ha amanecido.
Acais, y yo que intento dejarlo… Se disfruta. Bien.
El Ingeniero
Acais, acaso no serás o has sido en tu otra vida, trovador, porque en esta eres un trovador urbano aunque aun creo que te faltan muchas plazas que recorrer. Saludos
Lindo poema. Sentido. Suerte en el concurso.
Interesante la idea, pero, la forma me suena a telegrama.
Suerte!!!
Me encanta el café…
Maverick
Bien malito.Lindo?
La idea me parece original, pero no me gusta el resultado. Un saludo y suerte.
bello bello bello!
esa costumbre de acostumbrarnos!
me encantó!
me emociona leerte, sigue escribiendo, me gusta cmo lo haces
Realmente ya el público no sabe lo que es un buen poema, qué digo buen poema, no sabe lo que es ni siquiera UN POEMA. ¿A dónde vamos a llegar con engendros como este? Y lo que más me preocupa: que el mal gusto, la estupidez y la ignorancia estén tan extendidos, ylo peor de todo: IMPONIÉNDOSE.
me encantó!!! quién no pasó por un momento de tanta soledad?
Me encantó!!!
remonta a sentidas soledades
Talento, emotividad, fuerza y esperanza en este poema. ¡Precioso!
CUANTA EMOCION !
QUE MUJER NO SE ENCONTRO ALGUNA VEZ CON SU COSTADO VACIO!
BELLISIMO.
muy lindo
suerte
lindo lindo lindo