Ven a mi lado , y quédate en silencio,
no tiene caso hablar más…
tu mirada suspendida y triste
más de lo que espero me dice.
Eres mía, lo se bien,
pero al mismo tiempo no lo eres…
y en estas noches de ausencia
me pesa más..mucho más.
Solía no importarme antes,
pero me has llegado a la inspiración
y hogaño tus palabras de afecto difuso
me resultan malsonantes.
A pesar de todo dejar no puedo
de mirar tus ojos encendidos
del color puro de un ámbar,
y ahondarte hasta los tuétanos,
y ver tu alma atribulada…
y sentirme Tú.