Lágrimas traspasan la frontera corporal,
son unas gotas frías que nacen día a día.
Y cuando nace el monstruo de doce cabezas
los soldados de piedra, se reúnen con los siete socios,
para planear la destrucción paulatina
de los seres que viven en la inquietante espera.
Estoy perdido en medio de hojas secas,
las cuales, vuelan sin peso por el violento aire.
En lo alto del monte que cubre mi pueblo
se observan a las aves que buscan un cobijo
lejos de árboles tristes,
y acercándose, buscan el abrigo humano
con la fe de formar una alianza de vida.
Por la calle repaso en mi mente,
momentos de alegrías y penas.
El frío congela mi olfato, mi oído…mi todo,
pareciera que el aire me susurra,
extrae de mis uvas, el vino,
hace relucir el quejido mas escondido
y me detiene en medio del silencio.
Las luces de estrellas parpadean,
y el agua en vapor se traslada
en medio de un oscuro reflejo.
Mi pensamiento envejece,
mucho más que mi carne y cabello;
envejece tanto, que pierdo la razón
y cual un loco, vivo en el pasado.
Oigo en el silencio, un sonido ummmmm…
¿Estará el silencio meditando?
Algo trata de decirme
y yo, sin poder entender los sonidos
lanzo gritos al aire;
pero, el silencio absorbe todo
para retumbar en mi choza, su eco.
Franciscana del Norte, rescato:
«y el agua en vapor se traslada
en medio de un oscuro reflejo.»
Mucha suerte.
El Ingeniero
Sin duda es un poema simbólico. Lamento no haber estado a la altura. Mucha suerte en el certamen.
«Algo trata de decirme
y yo, sin poder entender los sonidos»
Un saludo y suerte.
A ratos críptico.
Un poema lleno de simbología que, tal vez debido a eso, no acabó de llegarme.
Te deseo suerte en el certamen.