Resulta que yo creo en Dios.
Se me incendió la casa.
No creo en Dios.
Tengo familiares que me ayudan.
Pero igual estoy enojado con Dios.
Estoy de allegado en la casa de mi hermano.
Ya, ayúdame Dios.
Un amigo me da trabajo.
Dios se está poniendo en la buena conmigo.
Mi señora va por nuestro segundo hijito.
Gracias Dios.
Di el pie para la casa propia.
Gracias Dios mío.
Me ascendieron.
Dios me ama.
Mis hijos, profesionales exitosos que son.
Dios es puro amor.
Brindo por los años de bienaventuranza, parejo como estoy.
No cabe duda: Dios existe, Dios es bueno, el paraíso es una realidad.
Ay, me apreté los dedos en la puerta.
¡Puta que es pesado Dios!