Hay un hombre ciego,
caminando con un libro.
No puede leer sus mudas páginas
está atado a su incapacidad.
Ni, si sus ojos leyeran la luz,
sus ojos leerían los signos indescifrables.
Ni, si sus letras le significaran,
le importaría a sus lentes oscuros.
El libro tiene muchas páginas,
no se luce el titulo.
El hombre ciego camina con un libro que no quiere leer.
El hombre ciego se empeña en llevar su carga,
más molesta que pesada,
pero se rehúsa a dejarlo.
Y no lo abandonará hasta el día de su muerte.
Talvez ese día, por primera vez se interesé en leer un libro,
pero no será el libro que carga.
Hupaiko, cuidado.
Suerte.
El Ingeniero
Yo que he sido ciego en innumerables oportunidades y otras tantas tuerto o rengo o vago, valoro tu reflexión. Sin embargo hallo algunos agujeros en tu oficio de poeta. Ojala no ocurra lo mismo con quien deba valorar tu obra en el certamen. Mucha suerte en el concurso.
Valoro tu poema. Me parece que viene de una profunda pena. El mejor amigo es un libro, que es mudo pero que igual entabla comunicacion, el libro el consuelo de la soledad. Suerte en el concurso.
La idea es interesante. Entiendo que el libro es un mundo que el ciego no entiende, este mundo… y que quizás consiga su mundo en el más allá…
Saludos!
La sensiblería no es poesía. Un saludo y suerte.
Páginas mudas,igual que este texto que no comunica nada.