Debo admitir que todavía existe en mí
una pizca de esperanza,
esa hermosa añoranza,
intachable emoción.
Anhelo que retractes tus pasos,
que abras los brazos,
y que vuelvas junto a mí.
Casi como si nada hubiera pasado,
como buenos amigos que se distancian.
Casi como encontrar el verdadero amor.
Será por esa inútil ilusión,
esa estúpida sensación,
aquel vacío inconmensurable
que lacera mi corazón.
Y luego simplemente despierto.
Contemplo el abismo,
distingo la realidad,
evalúo las circunstancias.
Y mi conclusión es sencillamente,
el resultado de la soledad.