No importa si las olas del mar
forman elaborados encajes en las luminosas arenas de la playa.
Sobre las toallas los cuerpos semidesnudos de hermosas mujeres
se postran, a solas, en el escenario de los deseos.
De cada centímetro de su tersa y bronceada piel
emana un intenso calor que respira en su vientre y en su pecho.
Camino con los pies descalzos,
tocando levemente los últimos coletazos de espuma que dejan en la arena las lenguas del oleaje,
con el propósito de adentrarme en el mar hasta desaparecer bajo sus aguas.
Entonces tus ojos negros me miran y tu boca sonríe.
Si una sola de aquellas mujeres tuviera tus mismos ojos, tu misma boca, tu misma sonrisa,
si sus palabras vibraran con el mismo sonido de tu voz,
cerraría mis ojos para ser invadido por tu presencia.
La arena imprime a mi paso las huellas de tus pisadas,
permanecen un instante hasta que son borradas por las aguas.
Tus ojos negros me miran, tus ojos negros se mezclan con los míos y veo a través de ellos,
y tu sonrisa se refleja en mis labios,
y tu voz habla en mis palabras.
La playa se alarga como si no tuviera fin,
mientras tu mirada me mira, mientras tu voz me habla, mientras nuestras manos se enlazan.
No importa que el invierno pase delante de mi ventana.
Lecturas al viento, con los «cuerpos semidesnudos de hermosas mujeres», ya compré.
El Ingeniero
Sensual, pero necesita adelgazar un poco. Un saludo y suerte.
Tu poema de prosa libre, me recuerda a poetas peruanos, te felicito es muy bonito :o) Suerte en el concurso.
No me lleva a ningún lado este trabajo. Sin duda soy un mal lector para esta poesía. Suerte en el concurso.
Prosa
No puede estar mejor dicho lo que dice, da gusto leerlo, trasciende naturalidad, autenticidad, claridad, efusión amorosa y cuantas cosas mas