Había
tantas flores cortadas encima de la mesa
había
tantas patas de cordero
tantos
abrazos y besos
tanta emoción
ternura
blanda
apenas sostenida por tersas alfileres
mariposas dóciles
y fuegos funestos con espíritu de fiesta
ruidosa remembranza
de infancias risueñas
decrépitas huchas
copas de espumosos vinos dulcísimos
una explosión de gas efímera
luces multiplicadas en el horizonte
cuerpos
cuerpos embozados
cuerpos que supuraban goce
efluvios en las extremidades
lenguas que se abandonaban al automatismo de la memorística
y una lista interminable de regalos feroces frescos
había
tantas patas de cordero encima de la mesa
había
tantas flores cortadas
que permanecí en ayunas en actitud de cuchillo
Apoplejía, me gustó tu poema.
El Ingeniero
Tu poema: una grata sorpresa. Me gusta su delgadez, su ritmo, su falta de puntuación, su sonoridad, la amplitud de interpretaciones que permite la brevedad de sus versos. Enhorabuena. Un detalle: «tersas alfileres» no está en concordancia. Un saludo y suerte.
Que naturalidad, frescura y sencillez tiene tu poema, esto lo hace bello. Suerte.
Seré breve y diré solo que… ¡me gusta!
Genial, mordaz, ácido. De los mejores que he leído en el certamen.
Atrapa con su intensidad.Buenísimo.
Tiene mucha fuerza poética y aunque puede tener un sentido más abstracto y universal a mi me parece una acertada visión
distante, irónica y fría de una convencional cena de mavidad