Y olvido en tu memoria
Pero existo tan tangible
Como la tristeza ausencia de tus ojos” GGR
Despertó una noche con su sombra enredada en la telaraña
Sus pies intentaron dar con el hilo de voz bajo sus plantas artificiales
Debía encontrar el verso correcto
Buscar en los rincones de la casa de papel los restos de tinta
Los dedos recorrieron los rincones donde las esquinas de la memoria guardan tu aliento polvo de una playa tan lejana como el país de Había una vez…
Las palabras efímeras saltan entre espacios y grafías momentáneas
Tu paso ligero e imperceptible deja la huella de una superficie de infinita espiral
Gira en la cuerda de tu voz
Y aprehende la distancia en las figuras monstruosas que se escapan de la luz
Fantasmas infinitos de nostalgia
Debe romper el vacío de tus manos tan llenas de líneas sin destino, tan llenas de nada
Los deseos que se dicen se escapan, no se dicen, se encuentran, a medias
Quedan las cenizas de un cigarro compartido por el fuego común
Lugares tan comunes de escrituras pasadas, a la mitad
Un café de expediciones a otros mundos de evasión se ha enfriado esperando tu boca que mira las hormigas recorriendo las orillas de la hoja
La temperatura del invierno congela el paso de una sangre que fluye por sus piernas alienadas a la puerta de tus días y madrugadas
Camina tras tu ir y venir, alimentándose de las vueltas de insomnio
Circunferencias de piel palpitando sacudidas
De regreso, busca la salida para estar dentro
El pretexto de tus ojos y la resonancia de una invocación
Coincidencias sin develar
Hipótesis de sueños psicoanalistas
Palabras nimias, a la mitad de un regreso innecesario
Brincan otra vez tus ojos o eso quiere pensar
Que esta vez escapaste del esqueleto transparente
Del espacio donde guardas los caprichos para después, en otro momento. con otras circunstancias, en otra vida, en un sueño
Te sientas en el sillón favorito de lectura
Como cuando decides que cualquier lugar sea el favorito por estar ahí
La buscas en sus discursos dérmicos
Y sigue en el pantano sostenida a las cuerdas de tu garganta
La tragas, se mueve sin prisa entre tus costillas, no puedes vomitarla
Baja hasta tus órganos delirantes de retenciones húmedas
Resbala y la herida en la página corta
Tu cerebro hormiguea
Las esquinas encienden sus faroles amarillentos
Quedas inmóvil
Esperas a la mitad de un final que no llega
Olvidaste por qué estás aquí
Olvidó que estás como siempre
Enredado en su telaraña de tinta
Olvidó tu nombre
Recuerda el verso perfecto: Tu mirada recorriendo las formas
Juega a que creas que te crea
Sigue buscando… una historia… un rostro… un lugar de voceos…
Un punto infinito de silencio.
