Momentos ganadores 2008.
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Los ganadores del V
Certamen y el Premio Especial.
Primer Premio |
Espido Freire entregando el premio A dorotea Fulde Benke |
Al mirar ahora hacia atrás, percibo con claridad unas señales favorables que me presagiaron este premio: el protagonista del relato es mi padre; el seudónimo, la traducción del nombre de mi madre; el día de la entrega de premios, el cumpleaños de mi hermana… Por si faltaba algo, toqué durante la cena la ‘vela mágica’ del Desván de la Memoria y un compañero gallego ejerció de druida concentrando fluidos positivos alrededor de nuestra mesa. Supersticiones y curiosidades aparte, había recibido el apoyo del profesor Ramón Alcaraz, los buenos deseos de los compañeros del taller literario, los comentarios alentadores que mi relato había ‘cosechado’ desde su publicación en la página de Canal Literatura y las palabras de ánimo que escuché de otros participantes. Sin embargo, yo viví la velada de la entrega ajena a todo eso, con la inmensa satisfacción que sentía por haber sido seleccionada como finalista –incluso por partida doble–, ya que entre los relatos presentados había muchos y muy buenos, de una gran variedad de temas y estilos. Desde el momento de llegar a Murcia, dejé que mis preocupaciones por el
resultado del concurso se fueran ‘Segura abajo’. No conocía la ciudad, y
aproveché la tarde del viernes para pasear y la mañana del sábado para
una visita guiada de la Oficina de Turismo. Quedé impresionada con la
belleza y el buen ambiente que ofrece Murcia al visitante. Entre admirar
la catedral, transitar por el centro histórico y visitar el Museo de
Santa Clara no hubo tiempo ni espacio para nervios.
Durante la cena y la sesión de fotos charlé y me reí con las bromas de
los compañeros. Luego, cuando la cosa iba en serio, la soltura y la
simpatía de las organizadoras convirtieron la entrega de premios en un
acto entrañable y familiar. Tuve la oportunidad de ensayar la salida al
escenario cuando nos entregaron las preciosas estatuillas de finalistas
del premio especial, de modo que la segunda vez salí bastante
tranquila. Escuché nombrar a la tercera premiada, al segundo… y, con un
leve suspense, finalmente el título de mi relato. Me sentí privilegiada
por ser la ganadora, me impresionó la sencillez de Espido Freire cuando
me felicitó, y me encontré tan bien en la compañía de finalistas y
autoridades que ni el micrófono me impuso. Espero haber acertado con la
brevedad de mis palabras, que fueron muy sinceras, como sincera es mi
gratitud por la exquisita acogida y el trato tan humano y cariñoso que
recibí en cada momento.
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Recogiendo el queso de Tirano
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… Y que nadie me tome a mal el haber ganado ese riquísimo queso mallorquín. Al parecer había invocado tantas fuerzas mágicas que me tocó un premio más, que recogí un poco abochornada por tanta suerte. Gracias, Canal Literatura. Gracias, Murcia. Dorotea Dorotea Fulde Benke Primer Premio 2008
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Segundo Premio |
Carlos Garrido Rubio recoge su premio. |
Dije que volvería. Hace un año, tras recibir el trofeo como ganador del público y un par de besos de Carmen Posadas, amenacé con regresar para recibir un premio del Jurado. Creo que me olvidé comentar que suelo cumplir lo que prometo. ‘Sonrisa de cristal’ es, fundamentalmente, una historia de amor. Una historia de amor de las de antes, que comienza al borde de una pequeña laguna y finaliza en la humilde habitación de una casa de pueblo. Transcurre a lo largo de más de setenta años y se describe en tan sólo un puñado de líneas. Pero también es, o al menos así lo pretendía, una invitación a la reflexión acerca de cómo ignoramos a nuestros mayores. Pensamos que los ancianos carecen de proyectos, de sueños, de ilusiones y nos equivocamos. Todos y cada uno de nosotros lleva, durante toda su vida, un niño dentro. Nuestros mayores son realmente unos niños con mucha experiencia, así que os propongo que, a partir de este momento, los tratemos como ‘niños gran reserva’ que, al igual que los vinos, van ganando con el paso de los años. Y os propongo también que la próxima vez que los veamos, les dediquemos un poco más de tiempo, una caricia, un beso y la mejor de nuestras sonrisas.
Carlos Garrido Rubio Segundo premio |
Tercer Premio |
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Estimados amigos de Canal – Literatura. Os envío estas líneas para, esencialmente, agradecer el honor que me hicieron al entregarme el Tercer Premio del Certamen 2008. Y para contarles que los últimos tres días han sido para mí “todo un suplicio”. Desde que supe que era una de los diez finalistas hasta que llegó el mail con la notificación, mi corazón estuvo en vilo. Hasta recorrí las páginas de Encarta para conocer vuestra tierra… y debo haber entrado a vuestra página unas sesenta veces en busca de información actualizada. Ocurre que vivo en Argentina, en la provincia de Córdoba, en un barrio llamado El Pueblito que pertenece al ejido municipal de la localidad de Salsipuedes. Donde yo vivo no hay Internet domiciliario, a menos que se cuente con el presupuesto necesario para recibirlo por aire o por teléfono celular. Como esta no es mi situación, debo dirigirme al ciber para revisar el correo electrónico y así participar, informarme y dialogar. Esto hace la comunicación un poco más lenta, pero no menos fluida, ya que cuando hay voluntad de por medio todo se puede lograr. De modo que mientras ustedes disfrutaban del evento, yo lo palpitaba en la distancia, con parte de mi alma cruzando el océano. No pude seguir el encuentro vía web, en directo, pero estuve con ustedes en espíritu conectada por la hebra de energía que nos une a los que amamos escribir. En el día de hoy, al abrir el correo y encontrar vuestra comunicación, casi doy un grito de júbilo en medio del ciber, no lo podía creer. Había cuentos muy buenos en concurso y, aunque conservaba una esperanza, me resultó una grata sorpresa estar entre los primeros tres. Hago llegar, por medio de ustedes, mis felicitaciones a los otros finalistas y a los premiados y nuevamente mi agradecimiento al jurado y a todos los que hacen canal-literatura y a Editorial Magenta. Espero que volvamos a encontrarnos participando todos el año próximo. Un gran abrazo desde el hemisferio sur. Isabel Ali Tercer premio
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Premio Especial "Experiencias y encuentros Hispano-Alemanes" |
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Juan de D. Pineda |
Khala recoge el premio en nombre de Juan Pineda |
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LA SILENCIOSA BATALLA DE LA PALABRA(Mi experiencia en el certamen literario de Canal #Literatura, edición 2008)
Habré participado un par de veces en un certamen literario. Y esto en la época anterior a Internet. Luego, con la velocidad de la Red, nada. Hasta ahora, que a instancias de una amiga me decidí a participar en uno. Ella conoce algunos textos míos y hay uno que le agrada especialmente. Se trata de un poema escrito hace mucho tiempo. Yo vuelvo a él para leerlo y me pregunto por qué cuando ella me lo menciona se le forma una sonrisa plena de contento. Entonces, un día, me dijo: -Envía un cuento al Concurso de Experiencias y Encuentros Hispano-Alemanes, a lo mejor te ganas un premio. Primero me resistí, ya que desde hace algún tiempo me he negado a volver a mis textos, y menos a dedicarme a ellos con la disciplina necesaria. Además porque ya sé que al entrar en viejas historias y relatos propios se nos desordena el corazón. No obstante, me atreví a sacar de la bitácora unas páginas amarillas. Les pasé revista con cierta distancia defensiva. Por fin tomé una y al terminar de leerla me sonreí. No sé por qué. Pero esta vez el desorden del corazón fue una danza con velos de dulce nostalgia. De a poco me fui encariñando con lo que esa página contenía. La amiga –otra amiga, la del relato, a la cual no he vuelto a ver más y de cuyo nombre no me he olvidado- cobró animación en mi memoria. Y, valga la disgresión, comprendí por qué escribimos cuentos o historias o poemas. Es nuestro secreto humano para no olvidar donde estuvimos, lo que somos o podemos ser. La pagina estaba de veras amarilla. No podía enviarla así. De modo que comencé a sacudir las palabras contenidas en ella. No el relato mismo, ya que éste contenía su perfil acabado. Se dio una pequeña batalla, casi palabra a palabra, silenciosa y no exenta de placer. En tan poco espacio de cuatrocientas palabras debían caber la luz y el suceso de un momento. Una vez terminado lo envié y me olvidé de seguirle la pista al concurso. Por eso, cuando recibí por correo electrónico la noticia de ser finalista, quedé sorprendido. Qué bien, el trabajo de poner en limpio un texto se veía compensado. Días después, a unas cuantas horas de la entrega de premios en Murcia y a escasos minutos del inicio de un seminario sobre las perífrasis y los pretéritos en español, en una sala de la Universidad de Braunschweig, se me notificó ahí mismo la noticia que complementaba la primera, es decir, se me informaba que mi relato UN RESPLANDOR INOLVIDABLE había obtenido el Premio Especial. Era un día soleado, cálido y esa noche yo no estaría en Murcia a la hora de la fiesta. Pero eso no impidió que con las felicitaciones de mis compañeras del Centro de Lenguas donde trabajo y otras colegas reunidas en la sala, me envolviera una indefinible sensación de extrañeza. Después de esta buena noticia me pregunto si acaso no es tiempo ya de que vuelva más seguido a mis páginas amarillas. Tan sólo para ayudarles a renovar su vestuario envejecido o para escuchar lo que dicen las palabras en su elocuencia muda.
Göttingen, 16 de junio de 2008 Juan de Dios Pineda Premio Especial Hispano-Alemán
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Premio Especial del Público |
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Antonio Lagares recibe el trofeo de manos de Gerardo Neistat de IRC-Hispano |
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Tenía ganas de conocer Murcia, su gente, sus encantos, y pasarlo bien, sobre todo, porque en mi caso concreto, no había la posibilidad de nervios, el premio especial del público estaba adjudicado en mi persona. La tarde del viernes, en compañía de mi mujer, decidimos ir de tapeo a nuestro aire, nada de formalismos, meternos de lleno en donde hubiese ambiente, aunque al principio lo tuvimos difícil, nuestro acento andaluz nos delataba, y en seguida nos decían que en Murcia no existía el tapeo de nuestra tierra ¿Cómo que no? Después de algunas vueltas, junto a la Universidad encontramos una tasca maravillosa, en donde nos atendieron con una amabilidad generosa, probamos unas tapas exquisitas, buen vino, y gente encantadora, nos hicimos amigos del dueño, de una camarera, y de un reportero de guerra que nos proporcionó unos ratos maravillosos. En definitiva, lo pasamos muy bien. El sábado quedamos con Ramón y su grupo del taller literario, y conocimos la plaza de las flores, con sus amplias terrazas y buena comida. Llegado el momento de la cena, nos toco en una mesa con gente muy simpática y todo perfecto hasta la entrega de los premios, que lógicamente, como ya dije, todos los finalistas nerviosos, pero yo no, mi premio estaba seguro. Ni siquiera me preparé unas palabras, para qué, si los nervios no iban conmigo. Hasta que me tocó el turno, y me nombraron por el micrófono, y tuve que salir a recoger el premio y a decir unas palabras. Ahí, precisamente ahí, como por arte de magia, el micrófono comenzó a crecer, y a crecer, como si quisiera comerme, y miraba al fondo y veía la gente callada, pendientes en lo que iba a decir, y ahí, en ese momento, me di cuenta que estaba nervioso, que no había preparado nada, y que ahora no tenía ni idea que contar. Lo pasé mal, supongo que se me escaparía alguna tontería, porque no recuerdo nada de lo que dije, y ni lo quiero escuchar de nuevo. Lo que tengo claro es que el año que viene repito, me da igual como sea, si finalista, si el del público, o en poesía, pero lo hemos pasado tan bien, que tengo que volver a Murcia en busca de esa maravillosa tasca, y de su gente, y por supuesto, para agradecerle a canal literatura todo lo bueno que está haciendo, la labor tan ingrata que desarrollan para que no haya ningún fallo, y todo salga tan magníficamente como en esta ocasión. Gracias a todos por hacerme pasar un fin de semana tan estupendo. Antonio Lagares Premio Especial del Público
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