Paris, Chirac, ETA

M.L Nuñez

Volvíamos de Paris a última hora de la tarde, habíamos paseado por la plaza de la Bastilla, con el fondo de la Opera de Paris, la plaza de Des Vosges , poco conocida pero con hermosas historias entre sus soportales y la estatua de Luis XIII presidiendo el hermoso cuadrado que la forma. Es un barrio de la capital francesa lleno de tiendas, algunas lujosas, antiguas y de aspecto cuidado, iglesias, supermercados, restaurantes y mucho bullicio del gentío que va y viene, entre ellos muchos extranjeros, turistas como nosotros y vecinos.

 

Durante nuestros paseos por Paris nos había llamado la atención la presencia de policía y seguridad que se despliega en la capital francesa. Grupos de seis o siete policías por los Campos Eliseos.

El ejercito bajo la La Torre Eiffel , rodeada por cuatro colas interminables de turistas para acceder a ella. Sin embargo todo ese despliegue no incomodaba en absoluto a los viandantes. Nadie puede tener duda de que está en territorio francés, lo recuerdan constantemente enormes banderas francesas en las cúpulas y torres parisinas iluminadas y visibles desde toda la ciudad.

 

Al llegar a casa, nuestro anfitrión encendió la televisión para ver las noticias. Los demás, en la cocina, tomábamos un café mientras repasábamos las fotos.

 

De repente una llamada desde el salón no hizo salir corriendo: ¡Atentado en España! Varias imágenes ilustraron el reportaje ante nuestro pasmo. La Terminal de barajas, escombros, bomberos... un desastre.

 

Al final salió el presidente Chirac para decir a los franceses que condenaba el atentado y añadir, que eso de la “Alianza de las civilizaciones” es una majadería a la que ellos no debían hacer ningún caso. Aunque a mi pudiera parecerme también una quimera, esa afirmación sonó en mis oídos como un desprecio al gobierno de mi país y me pareció oportunista e hipócrita.

 

Nos miramos con incredulidad y enseguida conectamos a Internet para leer los periódicos españoles. El tema se convirtió en debate al poco rato. Para ellos, los franceses, ese es un tema español que apenas les incumbe, parecen desconocer que ETA también revindica parte de territorio francés, o quizá es que les importa poco lo que reivindiquen. Un reproche al autismo francés sobre el tema durante años y una contestación contundente: “Desde Francia se ha advertido al gobierno español que ETA se está rearmando y no han hecho caso.” Y tenían razón.


Finalmente dejamos el tema, nosotros seguimos informados a través de Internet.

 

Comentando entre nosotros que pasaría ahora con el proceso de paz y volvimos a España, ya en el 2007, sin saber a ciencia cierta que pasaría a partir de ahora.

Han pasado quince días y aún no lo sabemos. Ahora ETA dice que no quería matar y que sigue vigente el alto el fuego. ¿Eso tiene sentido? ¿Hay alguien en esta España nuestra con un discurso coherente?.


Al final, como dice Pérez Reverte, la bandera de los españoles, es la cara de idiotas que se nos queda a cada paso. Desde luego que muchos no salimos de nuestro asombro cotidiano.




 

 

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