Alvite, Abstracto 07. Por Catalina Ortega

Alvite, Abstracto 07

Te intuí leal amigo, antes de oír tu voz; antes de leer tus paradójicas metáforas: recetas hilarantes y profilácticas contra rutinas, ruinas, dramas, tragedias particulares, políticas y nacionales. Dicen que has muerto, pero no es cierto. Sigues acompañándome en el silencio de los solitarios, donde la muerte, on line, no tiene sentido en la memoria de los vivos virtuales… Y lo sabes.

Tras infinitos años de amistad entre dos desconocidos, presentí, en el temblor de tu voz, que el silencio material te asediaba. Me sobrepuse a la soledad –paraíso elegido o infierno de las masas y las hormigas– y, tras un larguísimo viaje terrenal, llegué a tiempo de besar tu frente para sellar, en ella, mi inmensa gratitud.

Me perdí por las brumosas calles de Vigo. Presentabas Lilas en un Prado Negro. Eso que algunos llaman magia –el Abstracto, para mí– hizo que me reconocieras entre la multitud sin haber visto, jamás, mi imagen. Antes de pronunciar palabra, alzaste tu voz tan anónimamente familiar. ¿Dónde estás? Nuestras miradas se enfrentaron tras años de amistad anónima e incondicional. Sentí que me había tragado la RAE. No encontré palabras que llevarme a la boca, hasta que tu mirada azul me transmitió un mensaje: ¡Habla! Y hablé tras años de ostracismo sin pronunciar palabra. No importan las pamplinas que balbuceé; sólo cuenta la historia de una amistad infinita.

En la fase REM del sueño la energía que anima la cáscara humana no muere, se transforma y se funde en el abstracto cósmico con la de mi amigo Alvite. Los ecos de sus metáforas siguen acompañándome:

El director de la CIA se quedó fascinado por mi facilidad para callar en cinco idiomas.

Me afectan mucho las cosas. Cada vez que hay un terremoto en el Kurdistán, me cambia la letra.

Sé que, si escribiese una novela, la crítica elogiaría el espacio en blanco.

En mi manera de escribir la única influencia que reconozco es la de ‘Larios’ mezclada con ‘Schweppes’, dos autores de dudoso prestigio literario.

Yo de niño quería ser monja, luego comprendí que un tipo como yo sólo podría ser monja de alterne.

… del Atlántico sólo sabía que era un sitio húmedo con las aceras muy separadas.

La Familia es una Enfermedad de Transmisión Sexual.

Yo pasé miedo la madrugada que me patearon entre las piernas en un lupanar. No me lo vais a creer, pero quince días más tarde todavía salía a la calle con un pie en cada acera…

Me gusta la gente reservada. Yo soy un tipo reservado. El año pasado me empastaron seis muelas sin abrir la boca.

Lo que hay en las parejas es mucho fracaso sexual, sobre todo porque cada vez hay más hombres en la consulta del ginecólogo y más mujeres en la del urólogo.

¡Vida interior! ¡Dios santo!, todavía ahora me pregunto de qué vale la dichosa vida interior si luego resulta que es una cosa que no sale en las fotos, a no ser que las fotos para el carné te las haga El Greco.

Alvite, Abstracto 07. Por Catalina Ortega¿El pensamiento? ¿Qué me importa a mí el pensamiento? ¿A quién le preocupa un invertebrado?

Uno no sabe en qué creer. Me gustaría creer en Dios, que es una cosa segura que tranquiliza mucho, pero juraría que el único ser que está en todas partes es la grúa municipal.

Alguien como tú jamás debe casarse con alguien como yo. Estamos deshechos el uno para el otro, nena. Tú y yo sólo nos casaríamos para ir a medias en los gastos del divorcio.

¿Cómo trabajar catorce horas diarias durante veinte años y ni siquiera labrarte un pasado?

¿Y cómo olvidar a Percy Aiello? ¡Joder!, el jefe lo despidió porque, el día que los muchachos atracaron aquel banco en Patterson, Percy escondió el dinero en el megáfono de la Policía.

Todo lo que desconozco me lo enseñó él.

Mi padre se disparó un tiro en la cabeza mientras dormía y despertó asustado.

Mi padre no dice nada. Mi padre es un tipo muy reservado, como todos los padres que llevan once años muertos.

Por las mañanas no sé si me visto o me amortajo.

Tengo la moral tan baja que con la corbata que me regaló le hice un nudo windsor a los huevos.

Estoy tan cansado de huir que me he convertido en un fugitivo de clausura.

Si me diese por huir, lo más pesado de mi equipaje serían las manos.

Demasiadas veces metí la cara donde no debía. Y si alguien me la partiese, sé que el traumatólogo me diagnosticaría fractura de pelvis…

La literatura, que es el sexo oral más delicado que existe.

Muchacho, la vida en pareja resulta interesante si puedes pedir rescate.

Lo siento, nena, pero mentiría si dijese la verdad. Podría olvidarte de memoria.

Soy un hombre de ninguna parte, nena, dos manos en blanco y una llave que hace años que no da en ninguna puerta.

Intento quitarme la vida desde que era un niño; el problema es que, como soy perezoso, tengo por costumbre colgarme de un árbol caído.

Creo que no podría pegarme un tiro en la cabeza sin tomarme antes una aspirina.

Desaparecida la vieja lascivia ideológica, resulta que al mundo quien de verdad lo mueve son las instituciones financieras. Ahora mismo las grandes corrientes de opinión se escriben con una calculadora.

La salud mental está de moda y la gente se inventa la locura porque es incapaz de inventarse los sueños.

… evitaríamos las bajas civiles sí los bombardeos se hiciesen por correo certificado.

La familia ha dejado de existir como núcleo social básico. La institución más sólida ahora mismo es el divorcio.

El budismo sólo es una manera de sentarse.

De niño me costaba comprender los misterios de la religión, sobre todo lo del Cuerpo místico de Cristo y el prodigio aeronáutico del Espíritu Santo. Nunca supe muy bien por qué era una paloma y no algo más terrenal, como un baúl, una virgen de alterne o un topo.

El gran error de la Iglesia oficial es difundir la imagen de un Cristo levitante y antibiótico que. más que al Evangelio, da la sensación de pertenecer a la compañía Delta Airlines.

… a Cristo le habrían ido mucho mejor las cosas si en un arrebato de sensata vulgaridad se hubiese casado con la cocinera fértil y apócrifa de La Última Cena.

La obcecación de algunas ideologías lo que consigue es dotar al hombre de un oscuro e impenetrable cerebro de lidia cuyo techo intelectual es la embestida. El terrorismo es la enfermedad mental de las ideologías.

En ciertos ambientes sociales y culturales se considera progresista ser hijo de dos madres o de dos padres.

Doce de cada diez matrimonios acaban en divorcio.

Hay una multinacional del dinero que gracias a la desidia moral del mundo generó una multinacional de las armas, que es la multinacional de la muerte. Y ésta, a su vez, ocasionó una multinacional clínica, o sea, un ‘Sanitas’, y una multinacional intelectual. Y lo cierto es que lo que no se vislumbra es una multinacional de la ética.

A los ladrones los elegimos en las urnas. (Alvite, 2002)

No me lo vais a creer, pero. la primera vez que me afeité, casi tuvieron que vendarme la cara con papel secante. Ahora sé que era acné pero lo cierto es que entonces se me pasó por la cabeza que, por afeitarme, me había venido la regla. Y que tendría que confesarlo: Mamá, tenemos que ir a la farmacia. Creo que ya soy mujer.

Me asusta el afecto. De niño me resistía a los abrazos de mis padres. Luego me hice mayor y con el tiempo todavía ahondó en mí la sensación de que un abrazo no es más que un sitio cerrado. Yo creo que en el fondo detesto la felicidad y que, si me ocurriese algo bueno, correría a confesarlo en comisaría.

No se me dan bien los abrazos. Me salen llaves de judo.

No llaman al 091 cada vez que amago un abrazo.

Sé que entre mis brazos todavía queda sitio para mí.

Una madrugada en Rahid le di la mano a un comandante de Iberia y casi vomito. «Lo siento, pero todo lo que se refiere a las alturas me marea. Me cuesta afrontar el cielo. Creo que incluso mi ángel de la guarda tiene permiso de la Santa Sede para acudir al trabajo en bicicleta».

«El agua era azulísima», dijo la muy idiota, como si el agua en Cancún no fuese como el agua de cualquier parte, que no tiene color. También probó comidas típicas muy picantes que le ampliaron el agujero del culo. Y tuvo suerte. Podía haber ido a Nigeria y hacerse una ablación de clítoris, que es lo típico en sitios así.

Nada grave: dice mi médico que se trata de una rara obesidad causada por la retención de sueños.

Y más… Alvite, tú y yo seguimos tan amigos, comunicándonos en  abstracto y en concreto o bibliografía publicada por tu columna en La Razón; Faro de Vigo; Ediciones Ezaro…:

Historia del Savoy

Almas del nueve Largo

Áspero y Sentimental

Lilas en un Prado Negro

Charlas de Nunca  Y… de siempre, leal amigo, José Luis Alvite.

Catalina Ortega

Catalina Ortega Diaz

Fracasadora de gran Éxito

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