Malvarrosas. Por Carmen Pita García

 

MALVARROSAS

A veces la vida es demasiado hermosa para perder el tiempo explicándola. Solo queremos formar parte de ella en silencio, casi sin saberlo. A veces, solo estar nos convierte en seres, en sentido.

 A veces, solo estar es suficiente.

 En primavera… o en verano, los jardines olvidados y polvorientos renacen y nos gritan su belleza. Nuestros ojos, verdes, azules, malvas, rojos, grises, amarillos… y blancos, pasearán, bien abiertos, dejándose llevar por la hermosura, que no necesita más demostración que su presencia.

 La mujer de rosa pasea por el jardín, con una sombrilla del color de los rayos de sol que pretende parar. ¿Será Preciosa su nombre? Y si no lo es, yo se lo otorgo. Observo su paso quieto, leve; enmarcado por la hilera de guirnaldas de malvarrosas, absortas en su verticalidad, ignoran si van o vienen del cielo. El contorno rotundo de Preciosa esconde ofrendas redondas, y convierte la tierra en paraíso. La luz busca huecos por donde colarse, descubriendo espacios que ni sospechábamos que existieran. Quién pudiera traspasar ese lienzo rutilante, y ser una pincelada más entre los pétalos de manchas delicadas. Y susurrar a Preciosa promesas azules. Y tomar su mano. Y sentir cómo, de su piel, brotan aromas lejanos.

 A veces, parece que el tiempo se detiene. La belleza es demasiado importante para poder caminar con ella a cuestas. A veces ocurre que solo contemplar es suficiente.

A veces, solo a veces…

Pero, siempre, serán estos los momentos que ocupen nuestro rincón de los recuerdos y por ellos pasará la memoria como la luz entre las hojas.

 

Carmen Pita García

"Malvarrosas", de Friedrick Carl Frieseke. © Imagen: Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en depósito en el Museo Thyssen-Bornemisza

«Malvarrosas», de Friedrick Carl Frieseke.
© Imagen: Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en depósito en el Museo Thyssen-Bornemisza

11 comentarios:

  1. Mi agradecimiento al Museo Thyssen-Bornemisza y, en su nombre, a Natalia Gasteluz por autorizarme a usar la imagen del cuadro de Carl Frieseke que aún está sujeta al «derecho de autor».

    Si queréis ver el cuadro a mayor resolución podéis pinchar sobre la imagen del mismo que aparece al final del relato; o bien a través de este enlacehttp://www.museothyssen.org/thyssen/zoom_obra/521

    Que lo disfrutéis…

  2. Antonio Marchal-Sabater

    Un relato perfecto cargado de sensibilidad, que además pone de manifiesto el gusto por el arte Y el refinamiento. ¡Enhorabuena, Carmen!

  3. Amelia Chaves

    Qué hermosura de texto. Y es que quien sabe contemplar con esa sensibilidad, no puede desenvolverse de otra manera.
    Una introducción mágica a un cuadro maravilloso al que tú, has sabido añadir, con una pincelada magistral, el matiz preciso para ensalzarlo. La perfección Carmen sin duda es un regalo para aquellos que son dignos de ella.

    Enhorabuena. Mil besos.

  4. Elena Marqués

    Un cuadro impresionista nos inspira y nos sumerge en una atmósfera de claras sensaciones. Un relato de Carmen transpira sensibilidad y nos acaricia el oído y los ojos como la luz entre las hojas.
    Enhorabuena.

    • Muchas gracias, Elena, por tu comentario. Me alegra transmitir sensibilidad y sentido. De estos solo falta el del gusto. Quizás, como es a primera hora de la tarde, los he dado por comidos. Y me he quedado con los otros cuatro. Me he dejado llevar por las impresiones, más que querer hacer una historia.

  5. Un texto repleto de lirismo y belleza

    • Me alegra mucho verte por aquí. Gracias, lirismo y belleza es lo que transmite el cuadro y a él me he ceñido. Muchas gracias.

  6. Pocas veces he visto la belleza de un texto tan fundida con la belleza de un cuadro. Los dos se ayudan y se complementan: las palabras cargadas de sugerencias e imágenes poéticas ¿sobre el lienzo? y el óleo hecho luz y el color en pinceladas superpuestas ¿sobre el papel?

    El impresionismo pictórico y el modernismo literario aunados en aromas frescos, cadencias dulces, colores cálidos… todo, en fin, en aras de la sensorialidad múltiple, del calor sobre la piel y del puro placer de la contemplación.

    Enhorabuena, Carmen

    • Gracias, Gervasio, ya he dicho que no he pretendido hacer una historia bien armada, sino dejarme llevar por las impresiones. Es verdad, que sin yo proponérmelo el cuadro me ha inducido a crear un texto preciosista, como en el Modernismo, que como muy bien dices es coetáneo al Impresionismo. Y creo que mi texto necesita la visión del cuadro para disfrutarlo mejor.

      Aprovecho para mandarte mil besos a ti, a Antonio, a Impia, a Elena y a David.

      Muchísimas gracias a todos por pasar por aquí.

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